16 de marzo de 2020

El Palacio de Carlos V



Con diferencia el edificio que por su aspecto destaca más de toda la Alhambra es la estructura de un palacio, que ocupa el mismísimo centro de la colina y que Carlos V comenzó en 1526.

En 1633 alcanzó su estado actual y ha permanecido así desde entonces. El interior nos hace pensar que fue construido para hacer corridas de toros en el patio. Es muy bello y está Rodeado por treinta y dos columnas de mármol. Todas las fachadas son muy bonitas, pero obstruye y tapa tanto el palacio, que es bastante difícil encontrar la entrada. 

Rodeando la parte derecha del palacio de Carlos V llegamos a un conjunto de pequeñas casuchas que casi forman un pueblecillo. Todas las rentas las cobra la reina puesto que la Alhambra es propiedad privada de los soberanos reinantes. Así pues, ellos pueden alquilar o vender, pero en el último caso el comprador tiene que pagar una contribución anual a la corona; de hecho, esto hace a los propietarios arrendatarios a los que no se puede echar.

Siguiendo un poco más allá se encuentra todo lo que queda del una vez famoso convento de los franciscanos y que ahora han convertido en pisos. La iglesia está completamente desnuda y con los muros blanqueados. Donde estaba el altar mayor hay un pequeño hueco rodeado por tracerías. Fue aquí donde permanecieron los ataúdes con los cuerpos de Isabel y Fernando esperando la conclusión de las obras de su actual tumba en la Catedral. Aquí también fueron depositados los restos del Gran Capitán antes de ser llevados a San Jerónimo. 

En el patio las columnas son lo único que se puede recomendar. Todo está en ruinas, todo rodeado por sórdida miseria. El convento fue construido por moros conversos al igual que la mayoría de los edificios importantes que se construyeron después de la conquista, algo que ha contribuido a que la arquitectura árabe esté tan extendida, incluso después de que su dinastía se extinguiera. Su magnífica mezquita fue completamente destruida y en su lugar se levantó en 1581 la iglesia de Santa María detrás del palacio de Carlos V.

En medio de una pequeña jungla se levanta una pequeña mezquita que fue comprada, junto con la casa de la moneda, por un coronel inglés, residente en Madrid durante muchos años, quien, con un gran esfuerzo digno de elogio ha restaurado la mezquita, y si hay alguien que nunca haya visto edificios árabes, debería entrar en éste y contemplarlo con gran admiración; los muros y los arcos son los originales y lo único que es nuevo es la decoración. En una habitación que hay más arriba se conserva una losa de mármol con inscripciones árabes en las que se leen instrucciones de como había que acuñar las monedas. Esta antes se encontraba en la casa de la moneda, que el coronel [...] vendió al completo, incluso todos los materiales de construcción; lo único que quedó sin vender fue esta losa y dos leones puesto que eran demasiado pesados para que se los llevasen. Los dos leones solían estar a ambos lados de un estanque frente a la casa de la moneda. Ahora se encuentran a la entrada del jardín en el que está la mezquita.

A Winter Tour in Spain es la obra que escrita por el autor o autora de Dacia Singleton
y Altogether Wrong, ofrece una de las descripciones de España más amenas, ingeniosas
y útiles. El viaje lo realizaron en 1867.