31 de enero de 2018

Lorenza Julia ÁLVAREZ RESANO, Feminista y Diputada Socialista


Hay personas que dejan una huella mágica en el tiempo, aunque en un lejano cementerio mexicano no quede de ellas ya ni mota de polvo. Gozaron en vida de una personalidad tan fuerte que todavía trasciende casi 70 años después de su muerte en el exilio mejicano. Lorenza Julia Álvarez Resano







Diputada por Madrid-provincia. Gobernadora civil de Ciudad Real


Villafranca (Navarra) 10/08/1903 -- México DF 19/05/1948



Maestra y abogada. Estudió en la Escuela Normal de Pamplona de 1917 a 1921. Ejerció el magisterio en Navarra y Vizcaya hasta que aprobó las oposiciones de directora de una escuela graduada en Madrid en 1934, siéndolo del Grupo Escolar «Rosario Acuña». 


En 1927 comenzó la carrera de derecho, ejerciéndola cuando la concluyó como asesora jurídica de la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra. Perteneció a la Comisión organizadora de la AS de Villafranca, constituida en mayo de 1932 y de cuyo Comité fue elegida presidenta y fue vicepresidenta de la Asamblea Provincial de Trabajadores de la Enseñanza de Navarra. Fue candidata del PSOE en las elecciones generales de 1933 por Navarra y Guipúzcoa sin resultar elegida. En 1934 ingresó en la AS de Madrid procedente de la de Villafranca. 


En diciembre de 1935 se casó con el también abogado socialista Amancio Muñoz Zafra, siendo ambos elegidos diputados meses después. Elegida diputada por Madrid-provincia en las elecciones generales de 1936, fue además miembro suplente de la Diputación Permanente de las Cortes desde el 1 de octubre de 1938 a febrero de 1939. 


Durante la guerra civil fue inspectora interina de Primera Enseñanza en la provincia de Madrid de septiembre de 1936 a julio de 1937; Gobernadora Civil de Ciudad Real del 13 de julio de 1937 al 28 de marzo de 1938 (siendo la primera mujer en España que desempeñó este cargo); Juez de Primera Instancia interina en Alberique (Valencia) de marzo a agosto de 1938; Magistrada interina del Tribunal Central de Espionaje y Alta Traición en agosto-septiembre de 1938 y al finalizar la contienda era la encargada del Secretariado Femenino en la Comisión Ejecutiva del PSOE. 





A continuación un documento muy interesante, demuestra que era la Secretaria Femenina de la CEF en 1939










Se exilió en Francia, donde en 1944 y 1945 publicó un semanario titulado El Socialista al margen del “oficial” editado por la Comisión Ejecutiva del PSOE. Fue expulsada del Partido en 1946 al no incorporarse a la AS de Toulouse siguiendo el mandato de la Comisión Ejecutiva del interior para unificar los distintos grupos socialistas que existían en el exilio en esos momentos. 


En mayo de 1947 se trasladó a México, donde abrió un despacho de abogados y fue directora de la revista Rimas, falleciendo en dicha ciudad el 19 de mayo de 1948. 


Fue readmitida honoríficamente en el PSOE, a título póstumo, por su XXXVII Congreso celebrado en julio de 2008 a propuesta de la Federación de Canarias que solicitó la rehabilitación de Juan Negrín y de todos los expulsados en 1946.


[Corresponde al nº 86 del DBSE 1879-1939]


Fotografía: Archivo fotográfico FPI



Fuentes: B ASM (1934); ES (México) VI.1948; A. SABORIT. Recuerdos… ES 27.VII.1946 y 11.VI.1964; A. MARTÍN NÁJERA. El Grupo…, p. 1.303; A. GARCÍA-SANZ MARCOTEGUI. Diccionario…, pp. 86 a 118; F. PÉREZ-NIEVAS BORDERAS. Julia Álvarez Resano: memoria de una socialista navarra (1903-1948). – Pamplona: Pamiela, 2007; Acuerdos XXXVII Congreso PSOE (2008)










Lorenza Julia ÁLVAREZ RESANO, Feminista y Diputada Socialista

Hay personas que dejan una huella mágica en el tiempo, aunque en un lejano cementerio mexicano no quede de ellas ya ni mota de polvo. Gozaron en vida de una personalidad tan fuerte que todavía trasciende casi 70 años después de su muerte en el exilio mejicano. Lorenza Julia Álvarez Resano

Diputada por Madrid-provincia. Gobernadora civil de Ciudad Real
Villafranca (Navarra) 10/08/1903 -- México DF 19/05/1948
Maestra y abogada. Estudió en la Escuela Normal de Pamplona de 1917 a 1921. Ejerció el magisterio en Navarra y Vizcaya hasta que aprobó las oposiciones de directora de una escuela graduada en Madrid en 1934, siéndolo del Grupo Escolar «Rosario Acuña». 
En 1927 comenzó la carrera de derecho, ejerciéndola cuando la concluyó como asesora jurídica de la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra. Perteneció a la Comisión organizadora de la AS de Villafranca, constituida en mayo de 1932 y de cuyo Comité fue elegida presidenta y fue vicepresidenta de la Asamblea Provincial de Trabajadores de la Enseñanza de Navarra. Fue candidata del PSOE en las elecciones generales de 1933 por Navarra y Guipúzcoa sin resultar elegida. En 1934 ingresó en la AS de Madrid procedente de la de Villafranca. 
En diciembre de 1935 se casó con el también abogado socialista Amancio Muñoz Zafra, siendo ambos elegidos diputados meses después. Elegida diputada por Madrid-provincia en las elecciones generales de 1936, fue además miembro suplente de la Diputación Permanente de las Cortes desde el 1 de octubre de 1938 a febrero de 1939. 
Durante la guerra civil fue inspectora interina de Primera Enseñanza en la provincia de Madrid de septiembre de 1936 a julio de 1937; Gobernadora Civil de Ciudad Real del 13 de julio de 1937 al 28 de marzo de 1938 (siendo la primera mujer en España que desempeñó este cargo); Juez de Primera Instancia interina en Alberique (Valencia) de marzo a agosto de 1938; Magistrada interina del Tribunal Central de Espionaje y Alta Traición en agosto-septiembre de 1938 y al finalizar la contienda era la encargada del Secretariado Femenino en la Comisión Ejecutiva del PSOE. 

A continuación un documento muy interesante, demuestra que era la Secretaria Femenina de la CEF en 1939


Se exilió en Francia, donde en 1944 y 1945 publicó un semanario titulado El Socialista al margen del “oficial” editado por la Comisión Ejecutiva del PSOE. Fue expulsada del Partido en 1946 al no incorporarse a la AS de Toulouse siguiendo el mandato de la Comisión Ejecutiva del interior para unificar los distintos grupos socialistas que existían en el exilio en esos momentos. 
En mayo de 1947 se trasladó a México, donde abrió un despacho de abogados y fue directora de la revista Rimas, falleciendo en dicha ciudad el 19 de mayo de 1948. 
Fue readmitida honoríficamente en el PSOE, a título póstumo, por su XXXVII Congreso celebrado en julio de 2008 a propuesta de la Federación de Canarias que solicitó la rehabilitación de Juan Negrín y de todos los expulsados en 1946.
[Corresponde al nº 86 del DBSE 1879-1939]
Fotografía: Archivo fotográfico FPI
Fuentes: B ASM (1934); ES (México) VI.1948; A. SABORIT. Recuerdos… ES 27.VII.1946 y 11.VI.1964; A. MARTÍN NÁJERA. El Grupo…, p. 1.303; A. GARCÍA-SANZ MARCOTEGUI. Diccionario…, pp. 86 a 118; F. PÉREZ-NIEVAS BORDERAS. Julia Álvarez Resano: memoria de una socialista navarra (1903-1948). – Pamplona: Pamiela, 2007; Acuerdos XXXVII Congreso PSOE (2008)



17 de enero de 2018

FRANCIA ANTE EL EXILIO REPUBLICANO ESPAÑOL (1939) LOS CAMPOS DE REFUGIADOS





Al finalizar el mes de enero de año 1939, hacía seis años que el presidente alemán, Paul von Hindenburg, había designado a Hitler como canciller de Alemania (30 de enero de 1933). Apenas tres meses después, en marzo de 1933, Heinrich Himmler describía el campo de Dachau como «el primer campo de concentración para prisioneros políticos», refiriéndose como tales a las personas que el estado nacionalsocialista consideraba enemigos (comunistas, socialistas, social demócratas, gitanos, bibelforscher y homosexuales). 

En una primera etapa la policía y las tropas de asalto de Alemania establecieron campos a escala local para agrupar a los centenares de detenidos. En una segunda etapa estos campos locales fueron reemplazados por otros jerarquizados bajo el mando de la guardia de elite nazi, las SS (Schutzstaffel): al campo modelo de Dachau se añadieron Sachsensahuen (1937), Buchenwald (1937), Flossenbürg (1938), Mauthausen (1938) y Ravensbrueck (1939). 



Descarga gratuita desde la Fundación Pablo Iglesias en el enlace siguiente:

http://www.fpabloiglesias.es/sites/default/files/articles/francia_ante_el_exilio_republicano_espanol.pdf

FRANCIA ANTE EL EXILIO REPUBLICANO ESPAÑOL (1939) LOS CAMPOS DE REFUGIADOS


Al finalizar el mes de enero de año 1939, hacía seis años que el presidente alemán, Paul von Hindenburg, había designado a Hitler como canciller de Alemania (30 de enero de 1933). Apenas tres meses después, en marzo de 1933, Heinrich Himmler describía el campo de Dachau como «el primer campo de concentración para prisioneros políticos», refiriéndose como tales a las personas que el estado nacionalsocialista consideraba enemigos (comunistas, socialistas, social demócratas, gitanos, bibelforscher y homosexuales). 
En una primera etapa la policía y las tropas de asalto de Alemania establecieron campos a escala local para agrupar a los centenares de detenidos. En una segunda etapa estos campos locales fueron reemplazados por otros jerarquizados bajo el mando de la guardia de elite nazi, las SS (Schutzstaffel): al campo modelo de Dachau se añadieron Sachsensahuen (1937), Buchenwald (1937), Flossenbürg (1938), Mauthausen (1938) y Ravensbrueck (1939). 

Descarga gratuita desde la Fundación Pablo Iglesias en el enlace siguiente:
http://www.fpabloiglesias.es/sites/default/files/articles/francia_ante_el_exilio_republicano_espanol.pdf

12 de enero de 2018

11 de enero de 2018

Miguel Gómez Poyatos

Gómez Poyatos

Miguel

Asesinado el 05/09/1936

Natural de Albuñán. Herrero. 63 años. Su nombre aparece en la lista de fusilados del libro “Jaque a la República” (página 550). Según su nieto, fue asesinado en el Barranco de Víznar. Contra Miguel Gómez Poyatos se creó un expediente sobre incautación de bienes (fecha de entrada 8/9/1939 y número de folio 1276) de la fábrica de pólvoras y explosivos de El Fargue.

Miguel Gómez Poyatos

Gómez Poyatos
Miguel
Asesinado el 05/09/1936
Natural de Albuñán. Herrero. 63 años. Su nombre aparece en la lista de fusilados del libro “Jaque a la República” (página 550). Según su nieto, fue asesinado en el Barranco de Víznar. Contra Miguel Gómez Poyatos se creó un expediente sobre incautación de bienes (fecha de entrada 8/9/1939 y número de folio 1276) de la fábrica de pólvoras y explosivos de El Fargue.

9 de enero de 2018

Al-Andalus en la historiografía nacionalcatólica española: Claudio SánchezAlbornoz




En consonancia con una tradición típicamente decimonónica, SánchezAlbornoz fue un historiador plenamente implicado en la vida pública de su tiempo, llegando a asumir, como es sabido, relevantes responsabilidades políticas e institucionales durante la Segunda República. 


Diputado por Ávila en las tres legislaturas por Acción Republicana (partido fundado por Manuel Azaña en 1925), Ministro de Estado (1933), Vicepresidente de las Cortes (1936), Consejero de Instrucción Pública y embajador de España en Lisboa fueron algunos de los cargos más importantes que desempeñó. 


Sánchez-Albornoz hubo de pagar un alto precio por sus servicios a la República, debiendo exiliarse en Francia, primero, y en Argentina, después, país en el que transcurrió buena parte de su vida y del que no regresó a España hasta después de la muerte del dictador. 





Primero de forma temporal en 1976, en una estancia de algo más de dos meses de duración, y, más tarde, un año antes de su muerte, que se produjo en 1984, a la edad de 91 años. 


Asimismo, como es sabido, su hijo, el también historiador Nicolás Sánchez-Albornoz (n. 1926), sufrió las represalias del franquismo, siendo detenido y condenado a trabajos forzados. Su fuerte implicación con la República y el consiguiente rechazo absoluto de la dictadura franquista son aspectos de la vida de Claudio Sánchez-Albornoz que se contraponen fuertemente con el sentido de su labor historiográfica, en la que predomina una orientación mucho más conservadora.

Al-Andalus en la historiografía nacionalcatólica española: Claudio SánchezAlbornoz

En consonancia con una tradición típicamente decimonónica, SánchezAlbornoz fue un historiador plenamente implicado en la vida pública de su tiempo, llegando a asumir, como es sabido, relevantes responsabilidades políticas e institucionales durante la Segunda República. 
Diputado por Ávila en las tres legislaturas por Acción Republicana (partido fundado por Manuel Azaña en 1925), Ministro de Estado (1933), Vicepresidente de las Cortes (1936), Consejero de Instrucción Pública y embajador de España en Lisboa fueron algunos de los cargos más importantes que desempeñó. 
Sánchez-Albornoz hubo de pagar un alto precio por sus servicios a la República, debiendo exiliarse en Francia, primero, y en Argentina, después, país en el que transcurrió buena parte de su vida y del que no regresó a España hasta después de la muerte del dictador. 

Primero de forma temporal en 1976, en una estancia de algo más de dos meses de duración, y, más tarde, un año antes de su muerte, que se produjo en 1984, a la edad de 91 años. 
Asimismo, como es sabido, su hijo, el también historiador Nicolás Sánchez-Albornoz (n. 1926), sufrió las represalias del franquismo, siendo detenido y condenado a trabajos forzados. Su fuerte implicación con la República y el consiguiente rechazo absoluto de la dictadura franquista son aspectos de la vida de Claudio Sánchez-Albornoz que se contraponen fuertemente con el sentido de su labor historiográfica, en la que predomina una orientación mucho más conservadora.

FRANQUISMO Y NACIONALISMO ESPAÑOL: UNA APROXIMACIÓN A SUS ASPECTOS FUNDAMENTALES


Es muy común coincidir en que el nacionalismo español es algo fundamental para la dictadura de Franco, algo “esencial”. 


Pero más raro es encontrar trabajos generales que lo aborden de una forma coincidente con esa proclamada importancia como pilar del régimen. De tal forma, pareciera que quedara subsumido en otros debates, como si fuera algo que no hiciera falta analizar específicamente. 


Como si fuera algo que no necesitara más estudio que el repetir el “España una, grande y libre”, el centralismo, el unitarismo homogeneizador y la represión feroz a los otros nacionalismos. Por su parte, desde nuestro punto de vista, las publicaciones monográficas y la investigación no parecen haber redondeado sus resultados lo suficiente ni tampoco parecen haber permeado en una significativa mayoría de los estudiosos del franquismo.




Descarga en pdf del articulo completo:

https://e-revistas.uc3m.es/index.php/HISPNOV/article/viewFile/1874/898 

FRANQUISMO Y NACIONALISMO ESPAÑOL: UNA APROXIMACIÓN A SUS ASPECTOS FUNDAMENTALES

Es muy común coincidir en que el nacionalismo español es algo fundamental para la dictadura de Franco, algo “esencial”. 
Pero más raro es encontrar trabajos generales que lo aborden de una forma coincidente con esa proclamada importancia como pilar del régimen. De tal forma, pareciera que quedara subsumido en otros debates, como si fuera algo que no hiciera falta analizar específicamente. 
Como si fuera algo que no necesitara más estudio que el repetir el “España una, grande y libre”, el centralismo, el unitarismo homogeneizador y la represión feroz a los otros nacionalismos. Por su parte, desde nuestro punto de vista, las publicaciones monográficas y la investigación no parecen haber redondeado sus resultados lo suficiente ni tampoco parecen haber permeado en una significativa mayoría de los estudiosos del franquismo.

Descarga en pdf del articulo completo:
https://e-revistas.uc3m.es/index.php/HISPNOV/article/viewFile/1874/898 

8 de enero de 2018

María Izquierdo Rojo: Tenía lo que hay que tener...





Llegó a Granada a levantar los ánimos perdidos de los socialistas históricos. Venía de Asturias (Oviedo, 1946) y se lanzó al estrellato político a través de la lucha de los profesores no numerarios de la Universidad, aquellos penenes que hicieron carrera con las vietnamitas, esquivando golpes y caídas por la calle Puentezuelas, donde María encontró aquel movimiento solidario, que la sacó de los sótanos policiales de la calle Duquesa para que hiciera público honor a sus dos apellidos: Izquierdo y Rojo. Fue una magnífica puesta en escena. Después lo ha sido prácticamente todo en política. 



María no se pensó ese día dos veces lo que tenía que hacer. Para el día 12 de noviembre estaba convocada la huelga de UGT, le habían llevado los primeros carteles bien hechos, tirados en una imprenta de Madrid, y pensó que había que pegarlos de inmediato. Llenó su Dyane 6 rojo, que es un coche que entonces imprimía carácter, subió a cuatro estudiantes (dos de las Juventudes Socialistas y dos del PSOE) y se lanzó a la aventura. La primera pegada les salió bien. Pero en la segunda, fueron interceptados por un coche de la Policía cuando se encontraban junto a una tapia del Zaidín. Manos arriba y frente a la pared. María era destacada dirigente del movimiento de PNN. Su detención, junto a los compañeros estudiantes, caló profundamente en la asamblea de profesores y estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras. Además de la detención, la propia fragilidad de María, que sufría una dolencia de riñón, de la que estaba medicándose, influyó aún más a encrespar los ánimos. Ahí prende, después de unos primeros años de activa militancia socialista, la chispa de popularidad que necesitaban los socialistas de Granada.



“Sí, efectivamente , aquella salida me costó la detención. Ése fue un detonante para manifestar mi compromiso político grande. Y fue importante en la lucha en la Universidad de Granada por el eco que tuvo. Me acuerdo que les dije a los policías que no llevábamos armas ni nada como para que nos pusieran de esa manera. Porque, además, me pesaban las manos de estar tanto tiempo encañonada. Sin mediar palabra con nosotros nos llevaron a comisaría. Pasamos la noche cada uno en una celda muy pequeña y muy cutre de la calle Duquesa. Las condiciones eran lamentables, como ya he contado. A la mañana siguiente recibí la noticia de que se habían encerrado en la Universidad. En la comisaría nos hicieron unos interrogatorios muy suaves para la época franquista que era. Al día siguiente vino una especie de comité de la Universidad a visitarnos, diciéndonos que estaba todo el profesorado encerrado en la calle Puentezuelas. Este comité nos dijo que  las noticias eran muy buenas, que estaban presionando al Decanato y al Rectorado para que nos dejaran salir. Estuvimos detenidos los días 11 y 12, y salimos el 13. Los detenidos conmigo fueron Miguel Santaella, la que hoy es su mujer, Isabel Martínez, Miguel Valdivia y Manuel Martín Plaza. A los alumnos les pusieron  25.000 pesetas de multa, que entonces era una pasta, y a mí 50.000. Desde entonces, mi vida siempre ha estado marcada por esta respuesta tan solidaria y tan bien hecha de la Universidad. De ahí se inicia una especie de mutuo apoyo entre Granada y yo..., que mantendré toda mi vida”.



Nace una líder. Fue aquello una especie de puesta en escena del PSOE, o la mayor puesta en escena de los socialistas para salir de las catacumbas y decir abiertamente aquí estamos nosotros. Podía parecer que la detención espectacular de María había sido provocada. Pero María dice rotundamente que no. “Esto no fue motivado. Pero indudablemente desde una perspectiva histórica ahí se estaban gestando y organizando unos grupos, unos partidos.... Este encierro cristalizó en una organización y en una lucha. Para mí fue magnífico volcarme en la vida política. Al año siguiente fui elegida secretaria general del PSOE. También es un momento en el que yo me separo de mi matrimonio y me uno a la lucha por la libertad. Este encierro cristaliza unas ganas de libertad y el franquismo ya no estaba para aplastar esto”.



María reconoce que por aquellas fechas no había la mano dura que habían sufrido otros dirigentes de años anteriores. “Estuvimos 72 horas detenidos. Pero efectivamente esto no eran las palizas, aquellas terribles palizas, que habían sufrido antes los comunistas, como Paco Portillo, Antonio Cruz... Era otro momento más suave”



en la calle Puentezuelas. Este comité nos dijo que  las noticias eran muy buenas, que estaban presionando al Decanato y al Rectorado para que nos dejaran salir. Estuvimos detenidos los días 11 y 12, y salimos el 13. Los detenidos conmigo fueron Miguel Santaella, la que hoy es su mujer, Isabel Martínez, Miguel Valdivia y Manuel Martín Plaza. A los alumnos les pusieron  25.000 pesetas de multa, que entonces era una pasta, y a mí 50.000. Desde entonces, mi vida siempre ha estado marcada por esta respuesta tan solidaria y tan bien hecha de la Universidad. De ahí se inicia una especie de mutuo apoyo entre Granada y yo..., que mantendré toda mi vida”.



Nace una líder. Fue aquello una especie de puesta en escena del PSOE, o la mayor puesta en escena de los socialistas para salir de las catacumbas y decir abiertamente aquí estamos nosotros. Podía parecer que la detención espectacular de María había sido provocada. Pero María dice rotundamente que no. “Esto no fue motivado. Pero indudablemente desde una perspectiva histórica ahí se estaban gestando y organizando unos grupos, unos partidos.... Este encierro cristalizó en una organización y en una lucha. Para mí fue magnífico volcarme en la vida política. Al año siguiente fui elegida secretaria general del PSOE. También es un momento en el que yo me separo de mi matrimonio y me uno a la lucha por la libertad. Este encierro cristaliza unas ganas de libertad y el franquismo ya no estaba para aplastar esto”.



María reconoce que por aquellas fechas no había la mano dura que habían sufrido otros dirigentes de años anteriores. “Estuvimos 72 horas detenidos. Pero efectivamente esto no eran las palizas, aquellas terribles palizas, que habían sufrido antes los comunistas, como Paco Portillo, Antonio Cruz... Era otro momento más suave”. Aún así, el momento fue crucial en su vida. A los militantes y simpatizantes socialistas, a muchos granadinos sin compromiso aún definido, les había nacido una líder. Añadía a su favor su condición de mujer, que habla bien, con aspecto de intelectual, cierta fragilidad física, que levantaba las masas y los ánimos. Era la líder necesaria para ese momento tan oportuno.



“Ya estamos en 1976. Tuvimos la experiencia del secadero de tabaco en la Vega. En aquel momento para mí no existía el miedo. El secadero estaba entre Chauchina y Fuente Vaqueros y cuando acabamos de dar el mitin, los asistentes se quedaron clavados porque había llegado la Guardia Civil. Aquello fue un poco la ruptura del miedo y salí yo, sola, a hablar con la Guardia Civil. En ese momento, yo desconocía el miedo. Me preguntaron por la autorización. Fue un poco la ruptura del miedo público. Y es que en Granada había una represión brutal. En esa época empezamos a salir una nueva corriente de socialistas, que éramos los renovadores conectados con Sevilla, Felipe González y Alfonso Guerra. Los que éramos de fuera, no granadinos, carecíamos de ese componente familiar, que había paralizado y con razón a muchos socialistas que habían sido históricos. Aquí había un socialismo con una artrosis muy entrada en razón por la represión brutal. Todas esas razones explican que los socialistas tardaran en reaparecer”. De aquella bravura, instintiva como bien dice la protagonista, se sentían orgullosos los compañeros militantes, esos vegueros, o campesinos de los secanos Montes, de las comarcas de Guadix y Baza, de los pescadores de Motril, tíos como castillos, curtidos por el trabajo, que se referían a María como una heroína, que tenía lo que había que tener: “Muchos cojones”. Así de claro.



La primera lista. “En las primeras elecciones yo iba la primera en la lista, por mi cargo de secretaria general, como solía hacerse. En el Comité Federal colocan de primero a Manuel Fernández Montesinos, que era el hijo del alcalde socialista fusilado en el 36, igual que su tío Federico García Lorca, y eso representaba un buen tirón, además Manolo tenía mucho éxito en los mítines. Yo pasé al segundo lugar, y a todos nos pareció bien ese cambio. Si yo volviera a hacer ahora la lista hubiera recuperado más a los históricos. Porque los jóvenes tapamos demasiado a los históricos, con los que conectamos pronto a través de Ginés, Juan Tapia, Ángel Gómez, Pedro Fornel...Todo ese núcleo de históricos que se fue uniendo y pudimos recuperar para la organización. Pero no llegaron a tiempo. Algunos de ellos, que eran maestros, ya estaban muy mayores. Por eso, lo mejor que se hizo en el Parlamento fue el reconocimiento para los maestros de la República y se les reconoció la pensión como si hubieran estado en activo. A mi también me interesó destacar, desde el principio, el tema de la mujer en los mítines y a partir de este momento no había ya ninguna reserva en los ambientes políticos contra la promoción de la mujer. Pero tarda mucho en producir sus frutos este fenómeno”.



El poder del socialismo granadino. “Formar parte del núcleo directo de una persona que es trece años primer ministro, como Felipe González, significa que las personas que habían hecho política muy directa con el líder van a estar potenciadas. Y Granada, que siempre ha conectado bien con Sevilla, se encontraba con que no era el núcleo originario. Ésa es quizá la explicación al acceso al poder de los socialistas granadinos, cuando se producen los éxitos electorales a partir de 1982 y Felipe se convierte en presidente del Gobierno. Llegamos a influir de manera directa en los gobiernos; pero no accedemos a ningún ministerio... Si acaso a una secretaría de Estado, como fue mi caso. Yo estoy muy molesta en este sentido político, insatisfecha, porque Granada no tenga más de lo que tiene... Y en cuanto a la lista de las primeras elecciones municipales en Granada, yo apenas conocía a Antonio Camacho, nuestro candidato, que sale del núcleo de la General. De buenas a primeras se pusieron a buscar a un cabeza de lista y de ahí surgió Camacho. Otra cosa también muy traumática históricamente fue la que se montó en la Vega con el tema del Hiper. Lo del Hiper tenía detrás un referente político importante y era negarnos a que la Vega entrara en especulación. También fue muy traumático el problema aquel de los Ca-tetos. Sí, porque fue una andanada orgánica, que estuvo a punto de una gran división. Aquello fue una lucha orgánica con un sentido que no hay que olvidar. Había algunos que se sentían menospreciados por la clase intelectual y por los que habían venido de fuera”.



No se rinde. María ha vivido momentos agridulces en su partido; momentos de gloria y de silencio. De los malos recuerdos se olvidaba con nuevas responsabilidades. “Siempre he ido dejando las cosas por las incompatibilidades. Sin embargo, me han quitado de en medio de cosas en las que yo podía haber decidido muy bien. Ahora me gustaría tener más poder de decisión para decidir cosas que a mi juicio son importantes”. Siempre con la duda del retorno, con alejarse de la política y volver a la carrera universitaria, que comenzó en su tierra natal, donde se doctoró en Filología Románica.



La profesora no está por volver a las aulas. Quiere más cancha. “Cuanta más capacidad tenga mejor y más por ser mujer”. María no se rinde. Está como si otra vez arrancara el Dyane 6 cargado de carteles y les demostrara a sus compañeros del campo lo que hay que tener ante la Guardia Civil si las circunstancias volvieran a repetirse. María demanda más juego para corresponder de por vida a la inmensa solidaridad que le brindó Granada al rescatarla de los sótanos de la represión y darle su pasaporte de libertad.




María Izquierdo Rojo: Tenía lo que hay que tener...


Llegó a Granada a levantar los ánimos perdidos de los socialistas históricos. Venía de Asturias (Oviedo, 1946) y se lanzó al estrellato político a través de la lucha de los profesores no numerarios de la Universidad, aquellos penenes que hicieron carrera con las vietnamitas, esquivando golpes y caídas por la calle Puentezuelas, donde María encontró aquel movimiento solidario, que la sacó de los sótanos policiales de la calle Duquesa para que hiciera público honor a sus dos apellidos: Izquierdo y Rojo. Fue una magnífica puesta en escena. Después lo ha sido prácticamente todo en política. 

María no se pensó ese día dos veces lo que tenía que hacer. Para el día 12 de noviembre estaba convocada la huelga de UGT, le habían llevado los primeros carteles bien hechos, tirados en una imprenta de Madrid, y pensó que había que pegarlos de inmediato. Llenó su Dyane 6 rojo, que es un coche que entonces imprimía carácter, subió a cuatro estudiantes (dos de las Juventudes Socialistas y dos del PSOE) y se lanzó a la aventura. La primera pegada les salió bien. Pero en la segunda, fueron interceptados por un coche de la Policía cuando se encontraban junto a una tapia del Zaidín. Manos arriba y frente a la pared. María era destacada dirigente del movimiento de PNN. Su detención, junto a los compañeros estudiantes, caló profundamente en la asamblea de profesores y estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras. Además de la detención, la propia fragilidad de María, que sufría una dolencia de riñón, de la que estaba medicándose, influyó aún más a encrespar los ánimos. Ahí prende, después de unos primeros años de activa militancia socialista, la chispa de popularidad que necesitaban los socialistas de Granada.

“Sí, efectivamente , aquella salida me costó la detención. Ése fue un detonante para manifestar mi compromiso político grande. Y fue importante en la lucha en la Universidad de Granada por el eco que tuvo. Me acuerdo que les dije a los policías que no llevábamos armas ni nada como para que nos pusieran de esa manera. Porque, además, me pesaban las manos de estar tanto tiempo encañonada. Sin mediar palabra con nosotros nos llevaron a comisaría. Pasamos la noche cada uno en una celda muy pequeña y muy cutre de la calle Duquesa. Las condiciones eran lamentables, como ya he contado. A la mañana siguiente recibí la noticia de que se habían encerrado en la Universidad. En la comisaría nos hicieron unos interrogatorios muy suaves para la época franquista que era. Al día siguiente vino una especie de comité de la Universidad a visitarnos, diciéndonos que estaba todo el profesorado encerrado en la calle Puentezuelas. Este comité nos dijo que  las noticias eran muy buenas, que estaban presionando al Decanato y al Rectorado para que nos dejaran salir. Estuvimos detenidos los días 11 y 12, y salimos el 13. Los detenidos conmigo fueron Miguel Santaella, la que hoy es su mujer, Isabel Martínez, Miguel Valdivia y Manuel Martín Plaza. A los alumnos les pusieron  25.000 pesetas de multa, que entonces era una pasta, y a mí 50.000. Desde entonces, mi vida siempre ha estado marcada por esta respuesta tan solidaria y tan bien hecha de la Universidad. De ahí se inicia una especie de mutuo apoyo entre Granada y yo..., que mantendré toda mi vida”.

Nace una líder. Fue aquello una especie de puesta en escena del PSOE, o la mayor puesta en escena de los socialistas para salir de las catacumbas y decir abiertamente aquí estamos nosotros. Podía parecer que la detención espectacular de María había sido provocada. Pero María dice rotundamente que no. “Esto no fue motivado. Pero indudablemente desde una perspectiva histórica ahí se estaban gestando y organizando unos grupos, unos partidos.... Este encierro cristalizó en una organización y en una lucha. Para mí fue magnífico volcarme en la vida política. Al año siguiente fui elegida secretaria general del PSOE. También es un momento en el que yo me separo de mi matrimonio y me uno a la lucha por la libertad. Este encierro cristaliza unas ganas de libertad y el franquismo ya no estaba para aplastar esto”.

María reconoce que por aquellas fechas no había la mano dura que habían sufrido otros dirigentes de años anteriores. “Estuvimos 72 horas detenidos. Pero efectivamente esto no eran las palizas, aquellas terribles palizas, que habían sufrido antes los comunistas, como Paco Portillo, Antonio Cruz... Era otro momento más suave”

en la calle Puentezuelas. Este comité nos dijo que  las noticias eran muy buenas, que estaban presionando al Decanato y al Rectorado para que nos dejaran salir. Estuvimos detenidos los días 11 y 12, y salimos el 13. Los detenidos conmigo fueron Miguel Santaella, la que hoy es su mujer, Isabel Martínez, Miguel Valdivia y Manuel Martín Plaza. A los alumnos les pusieron  25.000 pesetas de multa, que entonces era una pasta, y a mí 50.000. Desde entonces, mi vida siempre ha estado marcada por esta respuesta tan solidaria y tan bien hecha de la Universidad. De ahí se inicia una especie de mutuo apoyo entre Granada y yo..., que mantendré toda mi vida”.

Nace una líder. Fue aquello una especie de puesta en escena del PSOE, o la mayor puesta en escena de los socialistas para salir de las catacumbas y decir abiertamente aquí estamos nosotros. Podía parecer que la detención espectacular de María había sido provocada. Pero María dice rotundamente que no. “Esto no fue motivado. Pero indudablemente desde una perspectiva histórica ahí se estaban gestando y organizando unos grupos, unos partidos.... Este encierro cristalizó en una organización y en una lucha. Para mí fue magnífico volcarme en la vida política. Al año siguiente fui elegida secretaria general del PSOE. También es un momento en el que yo me separo de mi matrimonio y me uno a la lucha por la libertad. Este encierro cristaliza unas ganas de libertad y el franquismo ya no estaba para aplastar esto”.

María reconoce que por aquellas fechas no había la mano dura que habían sufrido otros dirigentes de años anteriores. “Estuvimos 72 horas detenidos. Pero efectivamente esto no eran las palizas, aquellas terribles palizas, que habían sufrido antes los comunistas, como Paco Portillo, Antonio Cruz... Era otro momento más suave”. Aún así, el momento fue crucial en su vida. A los militantes y simpatizantes socialistas, a muchos granadinos sin compromiso aún definido, les había nacido una líder. Añadía a su favor su condición de mujer, que habla bien, con aspecto de intelectual, cierta fragilidad física, que levantaba las masas y los ánimos. Era la líder necesaria para ese momento tan oportuno.

“Ya estamos en 1976. Tuvimos la experiencia del secadero de tabaco en la Vega. En aquel momento para mí no existía el miedo. El secadero estaba entre Chauchina y Fuente Vaqueros y cuando acabamos de dar el mitin, los asistentes se quedaron clavados porque había llegado la Guardia Civil. Aquello fue un poco la ruptura del miedo y salí yo, sola, a hablar con la Guardia Civil. En ese momento, yo desconocía el miedo. Me preguntaron por la autorización. Fue un poco la ruptura del miedo público. Y es que en Granada había una represión brutal. En esa época empezamos a salir una nueva corriente de socialistas, que éramos los renovadores conectados con Sevilla, Felipe González y Alfonso Guerra. Los que éramos de fuera, no granadinos, carecíamos de ese componente familiar, que había paralizado y con razón a muchos socialistas que habían sido históricos. Aquí había un socialismo con una artrosis muy entrada en razón por la represión brutal. Todas esas razones explican que los socialistas tardaran en reaparecer”. De aquella bravura, instintiva como bien dice la protagonista, se sentían orgullosos los compañeros militantes, esos vegueros, o campesinos de los secanos Montes, de las comarcas de Guadix y Baza, de los pescadores de Motril, tíos como castillos, curtidos por el trabajo, que se referían a María como una heroína, que tenía lo que había que tener: “Muchos cojones”. Así de claro.

La primera lista. “En las primeras elecciones yo iba la primera en la lista, por mi cargo de secretaria general, como solía hacerse. En el Comité Federal colocan de primero a Manuel Fernández Montesinos, que era el hijo del alcalde socialista fusilado en el 36, igual que su tío Federico García Lorca, y eso representaba un buen tirón, además Manolo tenía mucho éxito en los mítines. Yo pasé al segundo lugar, y a todos nos pareció bien ese cambio. Si yo volviera a hacer ahora la lista hubiera recuperado más a los históricos. Porque los jóvenes tapamos demasiado a los históricos, con los que conectamos pronto a través de Ginés, Juan Tapia, Ángel Gómez, Pedro Fornel...Todo ese núcleo de históricos que se fue uniendo y pudimos recuperar para la organización. Pero no llegaron a tiempo. Algunos de ellos, que eran maestros, ya estaban muy mayores. Por eso, lo mejor que se hizo en el Parlamento fue el reconocimiento para los maestros de la República y se les reconoció la pensión como si hubieran estado en activo. A mi también me interesó destacar, desde el principio, el tema de la mujer en los mítines y a partir de este momento no había ya ninguna reserva en los ambientes políticos contra la promoción de la mujer. Pero tarda mucho en producir sus frutos este fenómeno”.

El poder del socialismo granadino. “Formar parte del núcleo directo de una persona que es trece años primer ministro, como Felipe González, significa que las personas que habían hecho política muy directa con el líder van a estar potenciadas. Y Granada, que siempre ha conectado bien con Sevilla, se encontraba con que no era el núcleo originario. Ésa es quizá la explicación al acceso al poder de los socialistas granadinos, cuando se producen los éxitos electorales a partir de 1982 y Felipe se convierte en presidente del Gobierno. Llegamos a influir de manera directa en los gobiernos; pero no accedemos a ningún ministerio... Si acaso a una secretaría de Estado, como fue mi caso. Yo estoy muy molesta en este sentido político, insatisfecha, porque Granada no tenga más de lo que tiene... Y en cuanto a la lista de las primeras elecciones municipales en Granada, yo apenas conocía a Antonio Camacho, nuestro candidato, que sale del núcleo de la General. De buenas a primeras se pusieron a buscar a un cabeza de lista y de ahí surgió Camacho. Otra cosa también muy traumática históricamente fue la que se montó en la Vega con el tema del Hiper. Lo del Hiper tenía detrás un referente político importante y era negarnos a que la Vega entrara en especulación. También fue muy traumático el problema aquel de los Ca-tetos. Sí, porque fue una andanada orgánica, que estuvo a punto de una gran división. Aquello fue una lucha orgánica con un sentido que no hay que olvidar. Había algunos que se sentían menospreciados por la clase intelectual y por los que habían venido de fuera”.

No se rinde. María ha vivido momentos agridulces en su partido; momentos de gloria y de silencio. De los malos recuerdos se olvidaba con nuevas responsabilidades. “Siempre he ido dejando las cosas por las incompatibilidades. Sin embargo, me han quitado de en medio de cosas en las que yo podía haber decidido muy bien. Ahora me gustaría tener más poder de decisión para decidir cosas que a mi juicio son importantes”. Siempre con la duda del retorno, con alejarse de la política y volver a la carrera universitaria, que comenzó en su tierra natal, donde se doctoró en Filología Románica.

La profesora no está por volver a las aulas. Quiere más cancha. “Cuanta más capacidad tenga mejor y más por ser mujer”. María no se rinde. Está como si otra vez arrancara el Dyane 6 cargado de carteles y les demostrara a sus compañeros del campo lo que hay que tener ante la Guardia Civil si las circunstancias volvieran a repetirse. María demanda más juego para corresponder de por vida a la inmensa solidaridad que le brindó Granada al rescatarla de los sótanos de la represión y darle su pasaporte de libertad.

La casa-museo de Federico García Lorca en la Huerta de San Vicente








Hay mucho que ver y de sumo interés en la seductora y vieja ciudad de Granada, la del Darro y el Genil –los dos ríos que bajan de la nieve al trigo–, a la que bien se le puede dedicar una semana de estancia para hacer un itinerario histórico-artístico detenido y relajado que satisfaga la curiosidad del viajero. Entre los lugares de atracción que han de estar en la agenda del visitante, por mínima que sea su formacion literaria, está sin duda la casa-museo de Federico García Lorca en la Huerta de San Vicente, que fue inaugurada en 1995.





Se trata de una céntrica ubicación dentro de la capital andaluza a la que llegan cada año, desde todas las partes del planeta, miles de admiradores de la obra del gran poeta y dramaturgo, asesinado por quien fuera jefe del Estado de este país durante casi cuatro décadas, como consecuencia de un golpe de Estado y una crudelísima confrontación armada de casi tres largos años. El poeta de Fuente Vaqueros –donde igualmente se puede visitar su casa natal, dirigida hasta su reciente fallecimiento por el poeta Juan de Loxa– es uno más de los miles de republicanos enterrados como alimañas por los militares felones de la dictadura, sin que haya sido posible hasta la fecha –tras cuarenta años de democracia– la recuperación y digna sepultura de sus restos.





Solo aquellos viajeros que se hayan tomado la precaución de leer la página web de la casa-museo, habrán podido advertir que desde el pasado mes de septiembre está cerrada al público con motivo de la realización de trabajos de conservación preventiva sobre la carpintería exterior del edificio, según reza la nota informativa. Quienes se hayan limitado a buscar los horarios de visita, como es mi caso, quizá no reparasen en la misma, que no especifica el tiempo de duración de esas obras de conservación preventiva.





Algunos hemos hecho muchos kilómetros para encontrarnos con esa decepción, pero me consta que, para quienes han recorrido muchos más –como les ocurría a varios visitantes extranjeros coincidentes–, la decepción tiene otro nombre, sobre todo si se considera que es en los periodos vacacionales cuando más turistas llegan a Granada y debería evitarse, en lo posible, que el centro estuviera cerrado entonces.





A esa casa que olía a jazmines, según cuenta Federico en sus cartas y donde escribió algunas de sus obras, llegó el poeta el 14 de julio de 1936, días antes de que se produjera el golpe de Estado contra la segunda República y los militares golpistas acabaran un mes más tarde con la vida de García Lorca en el barranco de Viznar. Tuvo el jardín de la vivienda, donde la familia de García Lorca pasaba los veranos, la sombra de una vieja palmera sobre cuyo tocón puede hoy el defraudado visitante sentarse y recordar o recitar aquellos versos del gran amigo de Federico, Rafael Alberti:





Venid los que nunca fuisteis a Granada. / Hay sangre caída, sangre que me llama. / Nunca entré en Granada. / Hay sangre caída del mejor hermano. / Sangre por los mirtos y aguas de los patios ./ Nunca fui a Granada. / Del mejor amigo, por los arrayanes. / Sangre/ por el Darro, por el Genil sangre. / Nunca vi Granada. / Si altas son las torres, el valor es alto. / Venid por montañas, por mares y campos. / Entraré en Granada.


FELIX POBLACION




La casa-museo de Federico García Lorca en la Huerta de San Vicente



Hay mucho que ver y de sumo interés en la seductora y vieja ciudad de Granada, la del Darro y el Genil –los dos ríos que bajan de la nieve al trigo–, a la que bien se le puede dedicar una semana de estancia para hacer un itinerario histórico-artístico detenido y relajado que satisfaga la curiosidad del viajero. Entre los lugares de atracción que han de estar en la agenda del visitante, por mínima que sea su formacion literaria, está sin duda la casa-museo de Federico García Lorca en la Huerta de San Vicente, que fue inaugurada en 1995.

Se trata de una céntrica ubicación dentro de la capital andaluza a la que llegan cada año, desde todas las partes del planeta, miles de admiradores de la obra del gran poeta y dramaturgo, asesinado por quien fuera jefe del Estado de este país durante casi cuatro décadas, como consecuencia de un golpe de Estado y una crudelísima confrontación armada de casi tres largos años. El poeta de Fuente Vaqueros –donde igualmente se puede visitar su casa natal, dirigida hasta su reciente fallecimiento por el poeta Juan de Loxa– es uno más de los miles de republicanos enterrados como alimañas por los militares felones de la dictadura, sin que haya sido posible hasta la fecha –tras cuarenta años de democracia– la recuperación y digna sepultura de sus restos.

Solo aquellos viajeros que se hayan tomado la precaución de leer la página web de la casa-museo, habrán podido advertir que desde el pasado mes de septiembre está cerrada al público con motivo de la realización de trabajos de conservación preventiva sobre la carpintería exterior del edificio, según reza la nota informativa. Quienes se hayan limitado a buscar los horarios de visita, como es mi caso, quizá no reparasen en la misma, que no especifica el tiempo de duración de esas obras de conservación preventiva.

Algunos hemos hecho muchos kilómetros para encontrarnos con esa decepción, pero me consta que, para quienes han recorrido muchos más –como les ocurría a varios visitantes extranjeros coincidentes–, la decepción tiene otro nombre, sobre todo si se considera que es en los periodos vacacionales cuando más turistas llegan a Granada y debería evitarse, en lo posible, que el centro estuviera cerrado entonces.

A esa casa que olía a jazmines, según cuenta Federico en sus cartas y donde escribió algunas de sus obras, llegó el poeta el 14 de julio de 1936, días antes de que se produjera el golpe de Estado contra la segunda República y los militares golpistas acabaran un mes más tarde con la vida de García Lorca en el barranco de Viznar. Tuvo el jardín de la vivienda, donde la familia de García Lorca pasaba los veranos, la sombra de una vieja palmera sobre cuyo tocón puede hoy el defraudado visitante sentarse y recordar o recitar aquellos versos del gran amigo de Federico, Rafael Alberti:

Venid los que nunca fuisteis a Granada. / Hay sangre caída, sangre que me llama. / Nunca entré en Granada. / Hay sangre caída del mejor hermano. / Sangre por los mirtos y aguas de los patios ./ Nunca fui a Granada. / Del mejor amigo, por los arrayanes. / Sangre/ por el Darro, por el Genil sangre. / Nunca vi Granada. / Si altas son las torres, el valor es alto. / Venid por montañas, por mares y campos. / Entraré en Granada.
FELIX POBLACION

5 de enero de 2018

La legalización de la represión franquista





Durante la postguerra, el régimen franquista aplicó la legislación represiva

generada durante la guerra civil española (1936-1939), ampliada y matizada

por un conjunto de órdenes, decretos y leyes de carácter complementario.

Durante el periodo 1939-1948, el eje de la política represiva franquista fue la

“justicia” militar que, con sus sumarios de urgencia y sus consejos de guerra,

llenó las prisiones de penados y los cementerios de ejecutados (Decreto de 28

de julio de 1936, que se mantuvo hasta julio de 1948). Decenas de miles de

personas fueron sometidas a consejos de guerra, de las cuales el 90% fueron

condenadas, de estas un 85% a penas de prisión de entre 6 y 30 años y un 15%

a penas de muerte.

La legislación militar fue completada con la Ley de Responsabilidades

Políticas, de 9 de febrero de 1939 (reformada el 1942, derogada el 1945, aunque

sus expedientes estuvieron vigentes hasta 1966), con la finalidad de extorsionar

económicamente a las personas y a las familias republicanas y a sus herederos

en caso de muerte9. La Ley de represión de la Masonería y el Comunismo de 1

de marzo de 1940 (vigente hasta el 1964) y la Causa General (abril de 1940)

que intentará recoger todos los detalles que hubiesen podido escapar de las

anteriores leyes represivas. Todavía, el 11 de abril de 1941 se publicó la Ley

de Seguridad del Estado; el 3 de enero de 1945, el Código Penal franquista,

y el 18 de abril de 1947 se le añadió la Ley de Represión del Bandidaje y

Terrorismo. Más adelante se crearía el Tribunal de Orden Público (1963-1977),

que procesaría a miles de luchadores antifranquistas mediante la incoación de

22.660 procesos.

Un conjunto de leyes represivas con el único objetivo de legalizar unos procesos

judiciales sin ningún tipo de garantía jurídica. En los procesos Sumarísimos

de Urgencia y en los Consejos de Guerra se juzgaban en un mismo proceso y

en una hora veinte, treinta o hasta cuarenta personas que, sin posibilidad de

defensa, eran condenadas a penas de muerte, a cadena perpetua o a 12 o 20 años

de prisión. Estos juicios sumarísimos tenían como objetivo castigar de forma

ejemplar a los que se habían opuesto al triunfo del franquismo y aterrorizar

a los indiferentes. En ellos y en los juicios de Responsabilidades Políticas a

menudo se mezclaban los intereses y las venganzas políticas con las personales.

Todo ello complementado por las depuraciones, en las cuales todos los

trabajadores púbicos debían demostrar su inocencia y que “limpiaron” la

administración, los centros educativos públicos y las juntas directivas de las

asociaciones populares, de personas “desafectas”. Sirva de ejemplo que, de

los 15.860 funcionarios públicos que había en Catalunya durante el período

republicano, tan solo 753 conservaron su empleo durante el franquismo, menos

del 5%.

El magisterio fue uno de los principales sectores afectados por las depuraciones.

Entre las primeras víctimas de lo que Queipo de Llano llamaba el “movimiento

depurador del pueblo español” figuraron los alcaldes, los concejales y los

sindicalistas, pero también los maestros. Porque, como se decía en un artículo

publicado en la prensa de Sevilla en los primeros días del “alzamiento”: “No

es justo que se degüelle al rebaño y se salven los pastores. Ni un minuto más

pueden seguir impunes los masones, los políticos, los periodistas, los maestros,

los catedráticos, los publicistas, la escuela, la cátedra, la prensa, la revista,

el libro y la tribuna, que fueron la premisa y la causa de las conclusiones y

efectos que lamentamos”13. Tantos eran los enemigos que había que depurar.

El objetivo era muy claro: la escuela debía servir fundamentalmente para el

adoctrinamiento de los jóvenes, es decir, para difundir la ideología del Nuevo

Estado: confesionalismo católico, patriotismo español excluyente y exaltado,

negación de la pluralidad cultural del país, transmisión de valores jerárquicos:

de obediencia, disciplina y sacrificio.



Ramón Arnabat Mata*

La legalización de la represión franquista


Durante la postguerra, el régimen franquista aplicó la legislación represiva
generada durante la guerra civil española (1936-1939), ampliada y matizada
por un conjunto de órdenes, decretos y leyes de carácter complementario.
Durante el periodo 1939-1948, el eje de la política represiva franquista fue la
“justicia” militar que, con sus sumarios de urgencia y sus consejos de guerra,
llenó las prisiones de penados y los cementerios de ejecutados (Decreto de 28
de julio de 1936, que se mantuvo hasta julio de 1948). Decenas de miles de
personas fueron sometidas a consejos de guerra, de las cuales el 90% fueron
condenadas, de estas un 85% a penas de prisión de entre 6 y 30 años y un 15%
a penas de muerte.
La legislación militar fue completada con la Ley de Responsabilidades
Políticas, de 9 de febrero de 1939 (reformada el 1942, derogada el 1945, aunque
sus expedientes estuvieron vigentes hasta 1966), con la finalidad de extorsionar
económicamente a las personas y a las familias republicanas y a sus herederos
en caso de muerte9. La Ley de represión de la Masonería y el Comunismo de 1
de marzo de 1940 (vigente hasta el 1964) y la Causa General (abril de 1940)
que intentará recoger todos los detalles que hubiesen podido escapar de las
anteriores leyes represivas. Todavía, el 11 de abril de 1941 se publicó la Ley
de Seguridad del Estado; el 3 de enero de 1945, el Código Penal franquista,
y el 18 de abril de 1947 se le añadió la Ley de Represión del Bandidaje y
Terrorismo. Más adelante se crearía el Tribunal de Orden Público (1963-1977),
que procesaría a miles de luchadores antifranquistas mediante la incoación de
22.660 procesos.
Un conjunto de leyes represivas con el único objetivo de legalizar unos procesos
judiciales sin ningún tipo de garantía jurídica. En los procesos Sumarísimos
de Urgencia y en los Consejos de Guerra se juzgaban en un mismo proceso y
en una hora veinte, treinta o hasta cuarenta personas que, sin posibilidad de
defensa, eran condenadas a penas de muerte, a cadena perpetua o a 12 o 20 años
de prisión. Estos juicios sumarísimos tenían como objetivo castigar de forma
ejemplar a los que se habían opuesto al triunfo del franquismo y aterrorizar
a los indiferentes. En ellos y en los juicios de Responsabilidades Políticas a
menudo se mezclaban los intereses y las venganzas políticas con las personales.
Todo ello complementado por las depuraciones, en las cuales todos los
trabajadores púbicos debían demostrar su inocencia y que “limpiaron” la
administración, los centros educativos públicos y las juntas directivas de las
asociaciones populares, de personas “desafectas”. Sirva de ejemplo que, de
los 15.860 funcionarios públicos que había en Catalunya durante el período
republicano, tan solo 753 conservaron su empleo durante el franquismo, menos
del 5%.
El magisterio fue uno de los principales sectores afectados por las depuraciones.
Entre las primeras víctimas de lo que Queipo de Llano llamaba el “movimiento
depurador del pueblo español” figuraron los alcaldes, los concejales y los
sindicalistas, pero también los maestros. Porque, como se decía en un artículo
publicado en la prensa de Sevilla en los primeros días del “alzamiento”: “No
es justo que se degüelle al rebaño y se salven los pastores. Ni un minuto más
pueden seguir impunes los masones, los políticos, los periodistas, los maestros,
los catedráticos, los publicistas, la escuela, la cátedra, la prensa, la revista,
el libro y la tribuna, que fueron la premisa y la causa de las conclusiones y
efectos que lamentamos”13. Tantos eran los enemigos que había que depurar.
El objetivo era muy claro: la escuela debía servir fundamentalmente para el
adoctrinamiento de los jóvenes, es decir, para difundir la ideología del Nuevo
Estado: confesionalismo católico, patriotismo español excluyente y exaltado,
negación de la pluralidad cultural del país, transmisión de valores jerárquicos:
de obediencia, disciplina y sacrificio.

Ramón Arnabat Mata*

Ricos por la guerra de España

«Nuestra Cruzada es la única lucha en la que los ricos que fueron a la guerra salieron más ricos», dijo Francisco Franco, durante un discurso en Lugo, el 20 de agosto de 1942.



La historia de España durante el siglo XX es también la historia de un enriquecimiento perpetrado en condiciones excepcionales. A partir de la Guerra Civil de 1936, nació una clase dirigente que unió su destino al del franquismo y supo transitar con soltura desde los consejos de ministros a los consejos de administración, en un viaje de ida y vuelta donde lo público y lo privado respondían a sus intereses particulares.



Durante casi medio siglo, esa clase social franquista logró beneficios asombrosos realizando sus negocios bajo el

proteccionismo del poder. En tales condiciones, corrupción y desarrollo fueron los rasgos de un mismo proceso en el que se forjaron grandes fortunas y se consolidó el capitalismo español.



Hoy, los miembros de esa clase social se cuentan entre las familias más ricas de la España del siglo XXI, millonarios emergentes con apellidos tan sonoros como Serrano Suñer, Girón, Cortina, Alcocer, Letona, Carceller, Barrera de Irimo,

Calviño, Fontana Codina, García Ramal… Fueron las familias de un régimen político poblado por empresarios de fortuna, falangistas de clase media, funcionarios oportunistas, latifundistas de gatillo fácil, nobles industriosos, altos cargos a la búsqueda de multinacionales, ministros cinegéticos… todos unidos a la caza del Dinero, entrenados en la autarquía de la posguerra para enriquecerse con el desarrollismo a partir de 1959.



disponible en pdf en el enlace:  http://assets.espapdf.com/b/Mariano%20Sanchez%20Soler/Ricos%20por%20la%20guerra%20de%20Espana%20(992)/Ricos%20por%20la%20guerra%20de%20Espana%20-%20Mariano%20Sanchez%20Soler.pdf

Ricos por la guerra de España

«Nuestra Cruzada es la única lucha en la que los ricos que fueron a la guerra salieron más ricos», dijo Francisco Franco, durante un discurso en Lugo, el 20 de agosto de 1942.

La historia de España durante el siglo XX es también la historia de un enriquecimiento perpetrado en condiciones excepcionales. A partir de la Guerra Civil de 1936, nació una clase dirigente que unió su destino al del franquismo y supo transitar con soltura desde los consejos de ministros a los consejos de administración, en un viaje de ida y vuelta donde lo público y lo privado respondían a sus intereses particulares.

Durante casi medio siglo, esa clase social franquista logró beneficios asombrosos realizando sus negocios bajo el
proteccionismo del poder. En tales condiciones, corrupción y desarrollo fueron los rasgos de un mismo proceso en el que se forjaron grandes fortunas y se consolidó el capitalismo español.

Hoy, los miembros de esa clase social se cuentan entre las familias más ricas de la España del siglo XXI, millonarios emergentes con apellidos tan sonoros como Serrano Suñer, Girón, Cortina, Alcocer, Letona, Carceller, Barrera de Irimo,
Calviño, Fontana Codina, García Ramal… Fueron las familias de un régimen político poblado por empresarios de fortuna, falangistas de clase media, funcionarios oportunistas, latifundistas de gatillo fácil, nobles industriosos, altos cargos a la búsqueda de multinacionales, ministros cinegéticos… todos unidos a la caza del Dinero, entrenados en la autarquía de la posguerra para enriquecerse con el desarrollismo a partir de 1959.

disponible en pdf en el enlace:  http://assets.espapdf.com/b/Mariano%20Sanchez%20Soler/Ricos%20por%20la%20guerra%20de%20Espana%20(992)/Ricos%20por%20la%20guerra%20de%20Espana%20-%20Mariano%20Sanchez%20Soler.pdf

4 de enero de 2018

Ley de Ordenación Universitaria de 1943


Ley de Ordenación Universitaria de 1943, que en sus art. 3º y 4º recogía:



“La Universidad, inspirándose en el sentido


católico, consubstancial a la tradición


universitaria española, acomodará sus enseñanzas


a las del dogma y la moral católica y a


las normas del Derecho canónico vigente.




La Universidad española, en armonía con los


ideales del Estado nacionalsindicalista,


ajustará sus enseñanzas y sus tareas educativas


a los puntos programáticos del Movimiento”.





Ley de Ordenación Universitaria de 1943

Ley de Ordenación Universitaria de 1943, que en sus art. 3º y 4º recogía:
“La Universidad, inspirándose en el sentido
católico, consubstancial a la tradición
universitaria española, acomodará sus enseñanzas
a las del dogma y la moral católica y a
las normas del Derecho canónico vigente.
La Universidad española, en armonía con los
ideales del Estado nacionalsindicalista,
ajustará sus enseñanzas y sus tareas educativas
a los puntos programáticos del Movimiento”.


3 de enero de 2018

Cuantas victimas fueron asesinadas??






Según los datos oficiales del franquismo, las víctimas de la represión “roja”, es decir, republicana, durante la guerra civil española fueron 72.344 personas; mientras que, las víctimas de la represión “nacional”, es decir, franquista, tan solo eran 57.662 personas.
Las cifras actuales, aún no definitivas, a las que ha llegado la investigación histórica son las siguientes: unos 150.000 ejecutados por el franquismo entre 1936 y 1945; 125.000 durante la guerra y 25.000 durante los primeros años de la dictadura –debemos considerar que la represión fue especialmente dura durante los primeros años de la posguerra–; y unos 50.000 ejecutados víctimas de la represión republicana.
En líneas generales, y realizando una estimación muy prudente, podemos dar por válida la cuantificación de unas 150.000 víctimas del “holocausto franquista”
Esto significa cinco veces más que las víctimas de las dictaduras de Pinochet en Chile y de los militares en Argentina, sumadas.
Los ejecutados por el franquismo durante la guerra civil española representan una cuarta parte del total de víctimas de la misma (475.000), y casi la mitad de las que murieron en el frente de batalla (unas 300.000).De hecho, fue el propio régimen franquista quien, una vez finalizada la guerra civil, convirtió a los soldados republicanos prisioneros y a aquellos que huyeron a Francia en enemigos políticos sujetos a la represión, y a los internados en campos de exterminio nazi en apátridas. No está de más recordar que cuando los alemanes detuvieron a unos 10.000 republicanos españoles en Francia, preguntaron al gobierno español que había que hacer con ellos, y el ministro Serrano Suñer contestó que “no había españoles fuera de España”, y por tanto, automáticamente, pasaron a ser considerados como apátridas y encerrados en los campos de exterminio nazis, donde murieron unos 7.000 de ellos.
En algunas regiones españolas, la represión franquista fue brutal. En Andalucía, que contaba con 4.610.000 habitantes, se ejecutaron 47.399 personas (el 1% del total, el 4% de la población masculina adulta)



Cuantas victimas fueron asesinadas??

Según los datos oficiales del franquismo, las víctimas de la represión “roja”, es decir, republicana, durante la guerra civil española fueron 72.344 personas; mientras que, las víctimas de la represión “nacional”, es decir, franquista, tan solo eran 57.662 personas.
Las cifras actuales, aún no definitivas, a las que ha llegado la investigación histórica son las siguientes: unos 150.000 ejecutados por el franquismo entre 1936 y 1945; 125.000 durante la guerra y 25.000 durante los primeros años de la dictadura –debemos considerar que la represión fue especialmente dura durante los primeros años de la posguerra–; y unos 50.000 ejecutados víctimas de la represión republicana.
En líneas generales, y realizando una estimación muy prudente, podemos dar por válida la cuantificación de unas 150.000 víctimas del “holocausto franquista”
Esto significa cinco veces más que las víctimas de las dictaduras de Pinochet en Chile y de los militares en Argentina, sumadas.
Los ejecutados por el franquismo durante la guerra civil española representan una cuarta parte del total de víctimas de la misma (475.000), y casi la mitad de las que murieron en el frente de batalla (unas 300.000).De hecho, fue el propio régimen franquista quien, una vez finalizada la guerra civil, convirtió a los soldados republicanos prisioneros y a aquellos que huyeron a Francia en enemigos políticos sujetos a la represión, y a los internados en campos de exterminio nazi en apátridas. No está de más recordar que cuando los alemanes detuvieron a unos 10.000 republicanos españoles en Francia, preguntaron al gobierno español que había que hacer con ellos, y el ministro Serrano Suñer contestó que “no había españoles fuera de España”, y por tanto, automáticamente, pasaron a ser considerados como apátridas y encerrados en los campos de exterminio nazis, donde murieron unos 7.000 de ellos.
En algunas regiones españolas, la represión franquista fue brutal. En Andalucía, que contaba con 4.610.000 habitantes, se ejecutaron 47.399 personas (el 1% del total, el 4% de la población masculina adulta)