Desde
hace tres años, no hablamos de otra cosa que de la situación
económica, el desempleo, la bolsa, la prima de riesgo, los mercados,
la especulación, las hipotecas basura, los políticos que no la
resuelven...
Pero
la Historia no enseña que esta Crisis que actualmente padecemos no
es mas que la repetición de otras que asolaron la economía de los
pobres jornaleros y colonos, cargando estos con las consecuencias
desde hace siglos, no hemos aprendido nada en este tiempo y así se
da el caso de que repetimos los mismos errores.
La
eterna lucha de los Propietarios que preferían dejar las cosechas
sin recoger, su situación económica lo permitía, frente a los
jornaleros que si no trabajaban un día no podían llevar el pan a
sus hijos.
Por
suerte para nosotros hay tres factores que hacen que esta crisis
actual sea diferente:
Primero las políticas sociales que se han
desarrollado desde los gobiernos socialistas para crear un Estado del
Bienestar.
Segundo
la Garantía a través de los gobiernos socialistas de la Junta de
Andalucía de una Educación publica obligatoria y gratuita, una
Sanidad modélica gratuita y universal, y un apoyo a los mas débiles
a través de las Políticas de Igualdad y Dependencia.
Tercero,
y quizás lo mas importante, la Democracia que nos iguala a todos con
nuestro derecho al Voto y a través del mismo a decidir quien nos
gobierna, a premiar con un nuevo mandato a los que luchan por
nuestros intereses y castigar a los que nos engañan.
Como
ejemplo de lo que digo, aquí va un articulo aparecido en el diario
madrileño EL DIA del miércoles 16 de Agosto de 1882
Miseria
en Andalucía
Siguen
clamando los diarios de Granada en pro de medidas que pongan término
a la crisis de la clase jornalera en aquella provincia. La triste
situación por que atraviesan los pueblos descríbela uno de los
periódicos á los cuales nos referimos en términos tan
desconsoladores como exactos.
«La
Hacienda, dice, apremia á los municipios; los municipios embargan
sus mermados bienes á los labradores; éstos ejecutan á los
colonos; los colonos no pueden dar trabajo á los obreros porque las
cosechas son nulas, y lo poco que producen los campos no basta
para
el pago de las rentas é impuestos; el trabajador tiene que mendigar
de puerta en puerta un pedazo de pan para sus familias, y en esta
escala de horrible infortunio todos se precipitan hacia el ultimo
escalón: hacia la miseria y el hambre...»
Qué
triste y qué extenso es el catálogo de las localidades castigadas!,
Bracana, Tocón y Alomartes, en Granada, cuentan en su corta
población más de 500 obreros sin trabajo, que en busca de él se
han dirigido al alcalde de Íllora.