26 de agosto de 2016

Participación extranjera

Las principales potencias democráticas de Europa, Francia (salvo un período inicial en el que
vendió aviones y proporcionó pilotos a la República) y Gran Bretaña se mantuvieron oficialmente
neutrales, pero dicha neutralidad era engañosa, ya que impusieron un embargo de armas y un
bloqueo naval (poco efectivo, puesto que los dos bandos recibieron armamento y municiones por
vía marítima) a España, además de intentar desalentar a la participación anti-fascista de sus
ciudadanos en apoyo de la causa republicana. Pero pese a estos intentos, muchos franceses e
ingleses (Malraux, Orwell, etc.) participaron individualmente como voluntarios en la lucha.

Dos
temores alimentaban esta política: el triunfo de la revolución en España y una confrontación total
en el ámbito europeo.
La neutralidad de las democracias occidentales tuvo su justificación oficial a través de su
participación en el denominado Comité de No Intervención, del cual formaban parte, además de
Francia e Inglaterra, Italia, Alemania, la URSS y otros países menores. Si la misión del comité era
impedir el suministro de armas a cualquiera de los dos bandos enfrentados, es fácil suponer,
viendo su composición, que su gestión necesariamente habría de ser un completo fracaso, como
así ocurrió.

A pesar de todo, el hecho cierto es que mientras los nacionales recibieron armamento, equipo y
efectivos de las potencias fascistas, la República solo recibió ayuda importante desde la lejana
URSS y, en mucha menor medida, de México. Las principales democracias occidentales (Gran
Bretaña, Francia o los Estados Unidos), no le prestaron ayuda, temerosas de su carácter
revolucionario y de un enfrentamiento abierto con Alemania e Italia.

Las potencias democráticas, concentradas en su política de apaciguamiento de los regímenes
fascistas, no miraban con buenos ojos la oposición frontal de las izquierdas revolucionarias, en las
que veían una cierta amenaza de que se extendiera el mal ejemplo soviético. Por ello, la
República era vista por esos países como un régimen inclinado a un comunismo al que no tenían
gran simpatía.



La Guerra Civil Española fue una guerra total en la que ambos bandos se volcaron con todos los
recursos disponibles e hicieron uso hasta del último hombre. Por tanto, cualquier ayuda era poca,
siendo esta significativamente mayor para el bando sublevado, lo que resultaría decisivo en el
transcurso de la guerra.



FOTOGRAFIA: Calegrama enviado por los Sindicatos de New York a los Sindicatos Laboristas Britanicos, comunicando el envio de cinco mil dolares para el fondo e solidariad para España.

Participación extranjera

Las principales potencias democráticas de Europa, Francia (salvo un período inicial en el que vendió aviones y proporcionó pilotos a la República) y Gran Bretaña se mantuvieron oficialmente neutrales, pero dicha neutralidad era engañosa, ya que impusieron un embargo de armas y un bloqueo naval (poco efectivo, puesto que los dos bandos recibieron armamento y municiones por vía marítima) a España, además de intentar desalentar a la participación anti-fascista de sus ciudadanos en apoyo de la causa republicana. Pero pese a estos intentos, muchos franceses e ingleses (Malraux, Orwell, etc.) participaron individualmente como voluntarios en la lucha.
Dos temores alimentaban esta política: el triunfo de la revolución en España y una confrontación total en el ámbito europeo. La neutralidad de las democracias occidentales tuvo su justificación oficial a través de su participación en el denominado Comité de No Intervención, del cual formaban parte, además de Francia e Inglaterra, Italia, Alemania, la URSS y otros países menores. Si la misión del comité era impedir el suministro de armas a cualquiera de los dos bandos enfrentados, es fácil suponer, viendo su composición, que su gestión necesariamente habría de ser un completo fracaso, como así ocurrió.
A pesar de todo, el hecho cierto es que mientras los nacionales recibieron armamento, equipo y efectivos de las potencias fascistas, la República solo recibió ayuda importante desde la lejana URSS y, en mucha menor medida, de México. Las principales democracias occidentales (Gran Bretaña, Francia o los Estados Unidos), no le prestaron ayuda, temerosas de su carácter revolucionario y de un enfrentamiento abierto con Alemania e Italia.
Las potencias democráticas, concentradas en su política de apaciguamiento de los regímenes fascistas, no miraban con buenos ojos la oposición frontal de las izquierdas revolucionarias, en las que veían una cierta amenaza de que se extendiera el mal ejemplo soviético. Por ello, la República era vista por esos países como un régimen inclinado a un comunismo al que no tenían gran simpatía.
La Guerra Civil Española fue una guerra total en la que ambos bandos se volcaron con todos los recursos disponibles e hicieron uso hasta del último hombre. Por tanto, cualquier ayuda era poca, siendo esta significativamente mayor para el bando sublevado, lo que resultaría decisivo en el transcurso de la guerra.

FOTOGRAFIA: Calegrama enviado por los Sindicatos de New York a los Sindicatos Laboristas Britanicos, comunicando el envio de cinco mil dolares para el fondo e solidariad para España.

24 de agosto de 2016

El terror detrás de las líneas








El terror detrás de las líneas después de la caída de Irún. A pesar de esta intimidación de los campesinos trabajadores, las áreas detrás de las líneas están llenas de combatientes resueltos.


SEPTIEMBRE DE 1936





colaboradores Jackson , T . A. (Thomas Alfred) , 1879-1955 ; Dimitrov , Georgi , 1882-1949

El terror detrás de las líneas


El terror detrás de las líneas después de la caída de Irún. A pesar de esta intimidación de los campesinos trabajadores, las áreas detrás de las líneas están llenas de combatientes resueltos.
SEPTIEMBRE DE 1936

colaboradores Jackson , T . A. (Thomas Alfred) , 1879-1955 ; Dimitrov , Georgi , 1882-1949

22 de agosto de 2016

Testimonio de familiares de CLAUDIO SANCHEZ-ALBORNOZ


Los grandes apellidos republicanos no tuvieron privilegios para evitar la represión franquista. El violento enemigo golpista les persiguió en busca de su eliminación. El padre de Nicolás Sánchez-Albornoz consiguió huir antes de que la Gestapo le detuviera al sur de Francia. El historiador Claudio Sánchez-Albornoz (Madrid 1893 - Ávila 1984), militante de Acción Republicana, que presidió el Gobierno republicano en el exilio entre 1962 y 1971 huyó a Francia con su familia al inicio de la Guerra Civil “hasta la entrada de los alemanes”, como recuerda su hijo Nicolás, que vive en Madrid.


“La Policía francesa avisó de que la Gestapo iba a ir a buscarle porque tenían una lista de los franquistas con personajes a los que buscar y consiguió escapar a Argentina”, recuerda Nicolás, que regresó a Madrid al acabar la guerra. Más tarde, en 1947, fue detenido por una revuelta estudiantil y condenado a trabajos forzados en las obras del Valle de los Caídos. Allí protagonizó la fuga que Fernando Colomo recordó en la película Los años bárbaros. “Dentro de una continuidad de tolerancia, yo soy ideológicamente más radical que mi padre. Por ejemplo, yo no soy religioso”, explica Nicolás, también historiador.


El que no tuvo la suerte de escapar de la Gestapo fue el periodista Julián Zugazagoitia (Bilbao 1899 - Madrid 1940). “Fue detenido en París. De ahí le llevaron en coche a Irún y en Madrid fue fusilado después de un juicio sumarísimo cuya condena queremos anular”, detalla vía telefónica desde México su nieto José María Villarias Zugazagoitia. “Mi madre nunca habló de esto y la generación de los nietos queremos saber la verdad”.

Testimonio de familiares de CLAUDIO SANCHEZ-ALBORNOZ

Los grandes apellidos republicanos no tuvieron privilegios para evitar la represión franquista. El violento enemigo golpista les persiguió en busca de su eliminación. El padre de Nicolás Sánchez-Albornoz consiguió huir antes de que la Gestapo le detuviera al sur de Francia. El historiador Claudio Sánchez-Albornoz (Madrid 1893 - Ávila 1984), militante de Acción Republicana, que presidió el Gobierno republicano en el exilio entre 1962 y 1971 huyó a Francia con su familia al inicio de la Guerra Civil “hasta la entrada de los alemanes”, como recuerda su hijo Nicolás, que vive en Madrid.
“La Policía francesa avisó de que la Gestapo iba a ir a buscarle porque tenían una lista de los franquistas con personajes a los que buscar y consiguió escapar a Argentina”, recuerda Nicolás, que regresó a Madrid al acabar la guerra. Más tarde, en 1947, fue detenido por una revuelta estudiantil y condenado a trabajos forzados en las obras del Valle de los Caídos. Allí protagonizó la fuga que Fernando Colomo recordó en la película Los años bárbaros. “Dentro de una continuidad de tolerancia, yo soy ideológicamente más radical que mi padre. Por ejemplo, yo no soy religioso”, explica Nicolás, también historiador.
El que no tuvo la suerte de escapar de la Gestapo fue el periodista Julián Zugazagoitia (Bilbao 1899 - Madrid 1940). “Fue detenido en París. De ahí le llevaron en coche a Irún y en Madrid fue fusilado después de un juicio sumarísimo cuya condena queremos anular”, detalla vía telefónica desde México su nieto José María Villarias Zugazagoitia. “Mi madre nunca habló de esto y la generación de los nietos queremos saber la verdad”.

Testimonio de familiares de JUAN NEGRIN


Frente a los hijos de los exiliados que heredaron el silencio en casa al hablar del pasado, los nietos se han preguntado por la verdad. “El exilio es una sensación que se tiene cuando se deja de luchar”, explica Carmen Negrín, nieta del último presidente republicano, Juan Negrín (Las Palmas de Gran Canaria 1892 - París 1956). “España tiene un problema con su historia que le impide recordar no sólo a mi abuelo sino a los guerrilleros, a los que estuvieron en los campos de concentración o a los que lucharon contra el fascismo”, señala Carmen, que convivió diez años con su abuelo.


“Le conocí durante una edad de mucho aprendizaje”, advierte. Y añade: “Yo soy más radical que mi padre y vienen los bisnietos que, como no se avance, serán todavía más radicales”. “No se puede transmitir de esta manera el espíritu del 14 de Abril. Cuando veo la serie de La República en Televisión Española Internacional me pregunto por qué parece que todo fue para llorar. Representaron el debate del voto a las mujeres como si los políticos se tuvieran que esconder para entrar en el Congreso”, ejemplifica.


Carmen asegura que su abuelo siempre fue “partidario de la reconciliación, aunque se excluía a él mismo”. La nieta del doctor Negrín incorporó su apellido a la causa abierta en la Audiencia Nacional que investiga los crímenes del franquismo. “Es un asunto que acabará en Estrasburgo”, vaticina vía telefónica desde París.

Testimonio de familiares de JUAN NEGRIN

Frente a los hijos de los exiliados que heredaron el silencio en casa al hablar del pasado, los nietos se han preguntado por la verdad. “El exilio es una sensación que se tiene cuando se deja de luchar”, explica Carmen Negrín, nieta del último presidente republicano, Juan Negrín (Las Palmas de Gran Canaria 1892 - París 1956). “España tiene un problema con su historia que le impide recordar no sólo a mi abuelo sino a los guerrilleros, a los que estuvieron en los campos de concentración o a los que lucharon contra el fascismo”, señala Carmen, que convivió diez años con su abuelo.
“Le conocí durante una edad de mucho aprendizaje”, advierte. Y añade: “Yo soy más radical que mi padre y vienen los bisnietos que, como no se avance, serán todavía más radicales”. “No se puede transmitir de esta manera el espíritu del 14 de Abril. Cuando veo la serie de La República en Televisión Española Internacional me pregunto por qué parece que todo fue para llorar. Representaron el debate del voto a las mujeres como si los políticos se tuvieran que esconder para entrar en el Congreso”, ejemplifica.
Carmen asegura que su abuelo siempre fue “partidario de la reconciliación, aunque se excluía a él mismo”. La nieta del doctor Negrín incorporó su apellido a la causa abierta en la Audiencia Nacional que investiga los crímenes del franquismo. “Es un asunto que acabará en Estrasburgo”, vaticina vía telefónica desde París.

Testimonio de familiares de FERNÁNDO DE LOS RIOS


La pena en la distancia fue también la que le tocó vivir a la familia del ministro republicano Fernando de los Ríos (Málaga 1879 - Nueva York 1949), que se exilió con su familia a EEUU. “No soy muy partidaria de las conmemoraciones y sí más de las acciones. No echo de menos los homenajes a mi abuelo, que durante tanto tiempo ha sido intencionadamente ignorado”, reflexiona Laura García-Lorca de los Ríos, nieta del gran intelectual socialista.


“En la familia hemos tenido dos maneras de entender nuestra herencia intelectual. Desde el punto de vista de la parte De los Ríos, por el impulso a la Institución Libre de Enseñanza, y también por el compromiso con el proyecto republicano de los García Lorca”, describe Laura. En el recuerdo familiar hay hueco para una heroína. Su tía María Troyano de los Ríos que, tras el exilio de la familia, se quedó en España recuperando los libros del ministro que consiguió enviar a Nueva York. “Fue una mujer muy valiente”, señala.


Los restos de Fernando de los Ríos fueron trasladados en 1979 al cementerio civil de Madrid desde Nueva York. “Fue su deseo explícito, por el que no dio ninguna explicación. Es un asunto personal como el que también nos ha llevado a no trasladar a mi otro abuelo, que no quiso nunca volver al que llamaba maldito país, o a no mover a quien creemos le gustaría estar donde está”, explica en referencia al poeta Federico García Lorca, supuestamente enterrado en una fosa común en Alfacar (Granada).

Testimonio de familiares de FERNÁNDO DE LOS RIOS

La pena en la distancia fue también la que le tocó vivir a la familia del ministro republicano Fernando de los Ríos (Málaga 1879 - Nueva York 1949), que se exilió con su familia a EEUU. “No soy muy partidaria de las conmemoraciones y sí más de las acciones. No echo de menos los homenajes a mi abuelo, que durante tanto tiempo ha sido intencionadamente ignorado”, reflexiona Laura García-Lorca de los Ríos, nieta del gran intelectual socialista.
“En la familia hemos tenido dos maneras de entender nuestra herencia intelectual. Desde el punto de vista de la parte De los Ríos, por el impulso a la Institución Libre de Enseñanza, y también por el compromiso con el proyecto republicano de los García Lorca”, describe Laura. En el recuerdo familiar hay hueco para una heroína. Su tía María Troyano de los Ríos que, tras el exilio de la familia, se quedó en España recuperando los libros del ministro que consiguió enviar a Nueva York. “Fue una mujer muy valiente”, señala.
Los restos de Fernando de los Ríos fueron trasladados en 1979 al cementerio civil de Madrid desde Nueva York. “Fue su deseo explícito, por el que no dio ninguna explicación. Es un asunto personal como el que también nos ha llevado a no trasladar a mi otro abuelo, que no quiso nunca volver al que llamaba maldito país, o a no mover a quien creemos le gustaría estar donde está”, explica en referencia al poeta Federico García Lorca, supuestamente enterrado en una fosa común en Alfacar (Granada).

LA SIMBOLOGIA Y LA ACCIÓN TOTALITARIA SE ADUEÑAN DE LA GRANADA NACIONAL.





(Rafael Gil Bracero, 2016)



Aunque la gran mayoría de los granadinos permanecieron –cierto
es que contra su voluntad y exponiendo sus vidas- ajenos a la lucha
por el poder durante los tres años de guerra, el devenir cotidiano
se vio convulsionado por una nueva dialéctica, un “nuevo estilo y
una nueva estética”. Tal como ocurre en la implantación de todos
los regímenes de corte militar-autoritario-fascista, en la Granada
nacional adquieren importancia los actos y conmemoraciones pensados
para su exteriorización en la calle. Desfiles, actos de afirmación
nacional, concentraciones religiosas, mítines de propaganda
política, cuestaciones patriótico-benéficas, responden al mismo
objetivo: mentalizar, influir, adoctrinar a la población. Pero al
mismo tiempo pretenden convencer o disuadir a los reticentes u
opositores de la fortaleza y cohesión del nuevo mensaje que se
impone.





La militarización de los actos públicos será nota constante
hasta 1939. Recordemos a título de ejemplo la exaltación patriótica
de los valores de la milicia –encarnada en la figura de Franco”-
que tuvo lugar en el acto de afirmación nacional en el Palacio de
Carlos V el 2 de agosto de 1937, cuando el catedrático de Derecho
Alfonso García Valdecasas (fundador de Falange Española junto a
José Antonio Primo de Rivera y Ruiz de Alda) afirma que “el
Ejército ha sido la cabeza de la misma Falange para recuperar el
honor de España”; por su parte Antonio Gallego Burín insiste en
la idea de que “la tradición de España ha sido ésa: armas y
letras unidas, milicia y pensamiento”. Exaltación patriótica de
España que deviene en ser admiración hacia los movimientos
fascistas europeos (actos de confraternización hispano-alemán o
propaganda entusiasta del Congreso nazi de Nuremberg o las glosas al
modelo corporativo de Mussolini...




La propaganda del Nuevo orden quedó bien simbolizada en el acto
que tiene lugar el 16 de febrero de 1937 “contra el sufragio
universal” organizado por Falange Española en la Plaza del Carmen
o en el esfuerzo por difundir los principios que inspiran el Fuero
del Trabajo y el nuevo sindicalismo. Como dejará plasmado el
editorialista de IDEAL, el Nuevo Régimen asume “la misión de
establecer un régimen de economía superadora de los intereses de
individuo, de grupo y de clase para la multiplicación de los bienes
al servicio del poderío del Estado, de la Justicia social y de la
libertad cristiana de la persona.... se huye del estatismo, de la
absorción por el Estado de las energías individuales, familiares y
sociales.”





Sin olvidar la vinculación estrecha de la Iglesia
con la causa de los sublevados bien en forma de exteriorización
católica de todos los actos públicos y privados, bien mediante el
discurso de la recristianización de la sociedad...(educar en
profundo sentimiento católico). Se recuerdan todavía la exhortación
pastoral del Arzobispo Parrado publicada en octubre de 1936 donde se
afirma que la “peste de nuestra sociedad es el llamado laicismo con
sus errores y sus impíos incentivos. El laicismo, además de ser con
relación a Jesucristo una ofensa gravísima, una blasfemia horrible
que provoca la ira de Dios..., es con relación a nosotros, una
enfermedad mortal...”; en el mismo sentido, la Carta Pastoral
difundida en febrero de 1937 en la que se exhorta a los feligreses a
reconocer que la causa de la guerra se deriva del pecado generalizado
de los hombres; la guerra es por tanto un “castigo que Dios nos
envía para el bien del hombre...”





Todo ello acompañado inseparablemente de una amplio
movimiento legitimador: la idea de tradición imperial y unidad
religiosa. Se recurre insistentemente a efemérides significativas
de nuestra Historia para explicar el Movimiento de 1936 como una
continuidad providencial de un pasado de esplendor patrio. Granada,
último reducto conquistado a los musulmanes en 1492, se convierte
por derecho propio en un marco especialmente significativo para una
nueva “Santa Cruzada” y para ello destacan dos momentos de
indudable exaltación pública: la festividad del 2 de enero en que
se conmemora la Toma de Granada por los Reyes Católicos y el Día de
la Raza, el 12 de octubre origen y sentido de nuestro glorioso pasado
imperial.





Al margen de la propaganda publicada, el miedo (a la
represión), la carestía de vida (más del ochenta por ciento de
inflación en 1939 respecto a julio de 1936 en productos de primera
necesidad), el cercenamiento del pensamiento libre y la sensación de
agobio del que se siente vigilado continuamente, dibujan un panorama
algo más tenue en la Granada nacional durante la guerra.









AQUELLOS PRIMEROS TRES DIAS DE JULIO DE 1936



(Rafael Gil Brasero, 2016)



El General Miguel Campins Aura en calidad de Comandante Militar de
la Plaza de Granada mantuvo desde la tarde noche del 17 de julio su
firme postura de permanecer al lado del Gobierno: “en Granada no
habría un soldado rebelde” habría manifestado al último
gobernador civil republicano César Torres Martínez. Frente a esa
firme resolución –que al final le costó la vida- los
conspiradores pensaron que “aquí no queda más remedio que emplear
las pistolas”. La determinación de Campins se explica por su
sentido del deber, por sus convicciones liberales y su elevado
sentido profesional de la milicia al servicio del poder civil y de la
legalidad. Sensu estricto considera Campins que no se daban
condiciones en Granada que justificaran “un bollo y aventura
militar”. Como él mismo dejara escrito tampoco conocía los planes
que tramaban desde meses en los acuartelamientos de la guarnición
granadina....Por el contrario para los intereses de los rebeldes, la
lealtad del Comandante Militar era un obstáculo que ponía en
peligro la insurrección armada en la demarcación territorial.





El acoso y vigilancia de los jefes y oficiales hacia
Campins se acentúa cuando se conoce su negativa a proclamar el
estado de guerra en los termino categóricos y duros que le manda el
general Queipo de Llano (el nuevo “virrey de Andalucía”), quien
ya desde esas primeras horas solicita y actúa de forma dura y cruel
contra todos los opuestos al Alzamiento. Desechada la solución
Campins la dirección rebelde (Muñoz Jiménez, Rodríguez Bouzo,
Rosaleny Burguet, Valdés Guzmán) se aprestarán a cerrar el
compromiso de la oficialidad de Infantería, Guardia Civil, Cuerpo de
Seguridad y Asalto y Comisaría de Vigilancia. Ciertamente hubo que
vencer alguna duda o reticencia del Arma de Infantería (Basilio León
Maestre esgrimiría la escasa guarnición, escaso municionamiento y
una clase de suboficiales y tropa poco propicia a asonadas e
intentonas militares).





Esas dudas derivaron en reuniones y movimientos de
enlace en los que sobresalen por su “habilidad” los capitanes
José María Nestares Cuéllar, Mariano Pelayo Navarro y Antonio
Fernández Sánchez. Tras dos días de encuentros más o menos
clandestinos en los cuartos de banderas de los regimientos, los jefes
y oficiales rebeldes lograron el apoyo de todos las armas e
institutos de orden público con sede en la capital de la provincia y
además habrían logrado el respaldo de la Falange Española, de la
CEDA y de los monárquicos quienes se van a incorporar a una hora
determinada al grueso de las fuerzas que operen en la calle.





Mientras esto ocurría en la parte rebelde, las dos
máximas autoridades republicanas, el gobernador civil y el
comandante militar, respetaron la legalidad con escrupulosidad que se
demostró más tarde suicida para la suerte del régimen. Confiaron
en que nada iba a suceder por lo que se negaron armar y repartir
municionamiento a los grupos milicianos y sindicalistas que las
reclamaban.... para impedir cualquier intento insurreccional.






LA SIMBOLOGIA Y LA ACCIÓN TOTALITARIA SE ADUEÑAN DE LA GRANADA NACIONAL.


(Rafael Gil Bracero, 2016)

Aunque la gran mayoría de los granadinos permanecieron –cierto es que contra su voluntad y exponiendo sus vidas- ajenos a la lucha por el poder durante los tres años de guerra, el devenir cotidiano se vio convulsionado por una nueva dialéctica, un “nuevo estilo y una nueva estética”. Tal como ocurre en la implantación de todos los regímenes de corte militar-autoritario-fascista, en la Granada nacional adquieren importancia los actos y conmemoraciones pensados para su exteriorización en la calle. Desfiles, actos de afirmación nacional, concentraciones religiosas, mítines de propaganda política, cuestaciones patriótico-benéficas, responden al mismo objetivo: mentalizar, influir, adoctrinar a la población. Pero al mismo tiempo pretenden convencer o disuadir a los reticentes u opositores de la fortaleza y cohesión del nuevo mensaje que se impone.


La militarización de los actos públicos será nota constante hasta 1939. Recordemos a título de ejemplo la exaltación patriótica de los valores de la milicia –encarnada en la figura de Franco”- que tuvo lugar en el acto de afirmación nacional en el Palacio de Carlos V el 2 de agosto de 1937, cuando el catedrático de Derecho Alfonso García Valdecasas (fundador de Falange Española junto a José Antonio Primo de Rivera y Ruiz de Alda) afirma que “el Ejército ha sido la cabeza de la misma Falange para recuperar el honor de España”; por su parte Antonio Gallego Burín insiste en la idea de que “la tradición de España ha sido ésa: armas y letras unidas, milicia y pensamiento”. Exaltación patriótica de España que deviene en ser admiración hacia los movimientos fascistas europeos (actos de confraternización hispano-alemán o propaganda entusiasta del Congreso nazi de Nuremberg o las glosas al modelo corporativo de Mussolini...

La propaganda del Nuevo orden quedó bien simbolizada en el acto que tiene lugar el 16 de febrero de 1937 “contra el sufragio universal” organizado por Falange Española en la Plaza del Carmen o en el esfuerzo por difundir los principios que inspiran el Fuero del Trabajo y el nuevo sindicalismo. Como dejará plasmado el editorialista de IDEAL, el Nuevo Régimen asume “la misión de establecer un régimen de economía superadora de los intereses de individuo, de grupo y de clase para la multiplicación de los bienes al servicio del poderío del Estado, de la Justicia social y de la libertad cristiana de la persona.... se huye del estatismo, de la absorción por el Estado de las energías individuales, familiares y sociales.”

Sin olvidar la vinculación estrecha de la Iglesia con la causa de los sublevados bien en forma de exteriorización católica de todos los actos públicos y privados, bien mediante el discurso de la recristianización de la sociedad...(educar en profundo sentimiento católico). Se recuerdan todavía la exhortación pastoral del Arzobispo Parrado publicada en octubre de 1936 donde se afirma que la “peste de nuestra sociedad es el llamado laicismo con sus errores y sus impíos incentivos. El laicismo, además de ser con relación a Jesucristo una ofensa gravísima, una blasfemia horrible que provoca la ira de Dios..., es con relación a nosotros, una enfermedad mortal...”; en el mismo sentido, la Carta Pastoral difundida en febrero de 1937 en la que se exhorta a los feligreses a reconocer que la causa de la guerra se deriva del pecado generalizado de los hombres; la guerra es por tanto un “castigo que Dios nos envía para el bien del hombre...”

Todo ello acompañado inseparablemente de una amplio movimiento legitimador: la idea de tradición imperial y unidad religiosa. Se recurre insistentemente a efemérides significativas de nuestra Historia para explicar el Movimiento de 1936 como una continuidad providencial de un pasado de esplendor patrio. Granada, último reducto conquistado a los musulmanes en 1492, se convierte por derecho propio en un marco especialmente significativo para una nueva “Santa Cruzada” y para ello destacan dos momentos de indudable exaltación pública: la festividad del 2 de enero en que se conmemora la Toma de Granada por los Reyes Católicos y el Día de la Raza, el 12 de octubre origen y sentido de nuestro glorioso pasado imperial.

Al margen de la propaganda publicada, el miedo (a la represión), la carestía de vida (más del ochenta por ciento de inflación en 1939 respecto a julio de 1936 en productos de primera necesidad), el cercenamiento del pensamiento libre y la sensación de agobio del que se siente vigilado continuamente, dibujan un panorama algo más tenue en la Granada nacional durante la guerra.



AQUELLOS PRIMEROS TRES DIAS DE JULIO DE 1936

(Rafael Gil Brasero, 2016)

El General Miguel Campins Aura en calidad de Comandante Militar de la Plaza de Granada mantuvo desde la tarde noche del 17 de julio su firme postura de permanecer al lado del Gobierno: “en Granada no habría un soldado rebelde” habría manifestado al último gobernador civil republicano César Torres Martínez. Frente a esa firme resolución –que al final le costó la vida- los conspiradores pensaron que “aquí no queda más remedio que emplear las pistolas”. La determinación de Campins se explica por su sentido del deber, por sus convicciones liberales y su elevado sentido profesional de la milicia al servicio del poder civil y de la legalidad. Sensu estricto considera Campins que no se daban condiciones en Granada que justificaran “un bollo y aventura militar”. Como él mismo dejara escrito tampoco conocía los planes que tramaban desde meses en los acuartelamientos de la guarnición granadina....Por el contrario para los intereses de los rebeldes, la lealtad del Comandante Militar era un obstáculo que ponía en peligro la insurrección armada en la demarcación territorial.

El acoso y vigilancia de los jefes y oficiales hacia Campins se acentúa cuando se conoce su negativa a proclamar el estado de guerra en los termino categóricos y duros que le manda el general Queipo de Llano (el nuevo “virrey de Andalucía”), quien ya desde esas primeras horas solicita y actúa de forma dura y cruel contra todos los opuestos al Alzamiento. Desechada la solución Campins la dirección rebelde (Muñoz Jiménez, Rodríguez Bouzo, Rosaleny Burguet, Valdés Guzmán) se aprestarán a cerrar el compromiso de la oficialidad de Infantería, Guardia Civil, Cuerpo de Seguridad y Asalto y Comisaría de Vigilancia. Ciertamente hubo que vencer alguna duda o reticencia del Arma de Infantería (Basilio León Maestre esgrimiría la escasa guarnición, escaso municionamiento y una clase de suboficiales y tropa poco propicia a asonadas e intentonas militares).

Esas dudas derivaron en reuniones y movimientos de enlace en los que sobresalen por su “habilidad” los capitanes José María Nestares Cuéllar, Mariano Pelayo Navarro y Antonio Fernández Sánchez. Tras dos días de encuentros más o menos clandestinos en los cuartos de banderas de los regimientos, los jefes y oficiales rebeldes lograron el apoyo de todos las armas e institutos de orden público con sede en la capital de la provincia y además habrían logrado el respaldo de la Falange Española, de la CEDA y de los monárquicos quienes se van a incorporar a una hora determinada al grueso de las fuerzas que operen en la calle.

Mientras esto ocurría en la parte rebelde, las dos máximas autoridades republicanas, el gobernador civil y el comandante militar, respetaron la legalidad con escrupulosidad que se demostró más tarde suicida para la suerte del régimen. Confiaron en que nada iba a suceder por lo que se negaron armar y repartir municionamiento a los grupos milicianos y sindicalistas que las reclamaban.... para impedir cualquier intento insurreccional.


Testimonio de familiares de MANUEL AZAÑA


“Los turistas que vienen aquí enfrente a visitar la casa de Cervantes pasan de largo. Y los que paran dicen cosas que es mejor no escuchar”, expone María José Navarro Azaña, sobrina nieta de Manuel Azaña (Alcalá de Henares 1880 - Montauban 1940). La familia del fundador de Izquierda Republicana sigue viviendo en el hogar alcalaíno de los Azaña. La casa fue recuperada por los descendientes del presidente republicano en 1950, después de que los franquistas la confiscaran y saquearan para albergar la sede de Falange Española. El sello con el yugo y las flechas permanece en los libros antiguos que no les interesó robar.


El apellido Azaña fue vilipendiado durante la dictadura sin piedad. “Cuando iba de pequeña a clase de Religión siempre preguntaban quién era la que se apellidaba Azaña para criticar lo que en mi opinión fue un intento de modernizar España. Yo siempre decía: ¿saben que en mi casa hay una capilla?”, relata María José. En los últimos años se ha dedicado a leer las obras de su tío abuelo en las estancias de la casa que él mismo ocupó.


“Una vez vino aquí, a esta casa, un familiar de la duquesa de Alba a hablar con mi madre y mi tía para preguntar qué se iba a hacer con los restos de Azaña. Ellas le dijeron que en caso de venir sería como jefe del Estado y que él había expresado su deseo de quedarse donde muriera. Se fue y a los pocos días regresaron a España los restos de Alfonso XIII” en 1980, recuerda. La tumba de Azaña en Montauban es un lugar más de peregrinación de los que acuden a recordar el exilio republicano. “El cruce de la frontera fue muy emotivo. Mi tía Pepita siempre recordó que tuvieron que bajar del coche y cruzar a pie mientras la gente levantaba el puño en alto”, rememora.

Testimonio de familiares de MANUEL AZAÑA

“Los turistas que vienen aquí enfrente a visitar la casa de Cervantes pasan de largo. Y los que paran dicen cosas que es mejor no escuchar”, expone María José Navarro Azaña, sobrina nieta de Manuel Azaña (Alcalá de Henares 1880 - Montauban 1940). La familia del fundador de Izquierda Republicana sigue viviendo en el hogar alcalaíno de los Azaña. La casa fue recuperada por los descendientes del presidente republicano en 1950, después de que los franquistas la confiscaran y saquearan para albergar la sede de Falange Española. El sello con el yugo y las flechas permanece en los libros antiguos que no les interesó robar.
El apellido Azaña fue vilipendiado durante la dictadura sin piedad. “Cuando iba de pequeña a clase de Religión siempre preguntaban quién era la que se apellidaba Azaña para criticar lo que en mi opinión fue un intento de modernizar España. Yo siempre decía: ¿saben que en mi casa hay una capilla?”, relata María José. En los últimos años se ha dedicado a leer las obras de su tío abuelo en las estancias de la casa que él mismo ocupó.
“Una vez vino aquí, a esta casa, un familiar de la duquesa de Alba a hablar con mi madre y mi tía para preguntar qué se iba a hacer con los restos de Azaña. Ellas le dijeron que en caso de venir sería como jefe del Estado y que él había expresado su deseo de quedarse donde muriera. Se fue y a los pocos días regresaron a España los restos de Alfonso XIII” en 1980, recuerda. La tumba de Azaña en Montauban es un lugar más de peregrinación de los que acuden a recordar el exilio republicano. “El cruce de la frontera fue muy emotivo. Mi tía Pepita siempre recordó que tuvieron que bajar del coche y cruzar a pie mientras la gente levantaba el puño en alto”, rememora.

16 de agosto de 2016

La Reforma Agraria de 1933 en Íllora..





En 1933, el Gobierno de la II Republica Española comenzo una Reforma Agraria para dar trabajo a los jornaleros y un principio de Colectivización de la Tierra que evitara las condiciones infrahumanas en que vivian...

A B C. DOMINGO 19 DE FEBRERO DE 1933. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 28



Autorizaciones para concertar contratos de arrendamientos colectivos


La Gaceta publica diversas órdenes del Ministerio de Agricultura aprobando los Estatutos para explotación colectiva de predios rústicos, y autorizando para concertar contratos de arrendamiento colectivo a las secciones filiales de las Sociedades de Trabajadores de la Tierra, de Armuña de Tajuña (Guadalajara)......  El Progreso, de Tocón-Yllora (Granada) ; La Armonía, de Huétor Tajar (Granada); La Redención, de Lachar (Granada) ; Los Hijos del Trabajo, de Alomartes (Granada).....

La Reforma Agraria de 1933 en Íllora..


En 1933, el Gobierno de la II Republica Española comenzo una Reforma Agraria para dar trabajo a los jornaleros y un principio de Colectivización de la Tierra que evitara las condiciones infrahumanas en que vivian...

A B C. DOMINGO 19 DE FEBRERO DE 1933. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 28

Autorizaciones para concertar contratos de arrendamientos colectivos

La Gaceta publica diversas órdenes del Ministerio de Agricultura aprobando los Estatutos para explotación colectiva de predios rústicos, y autorizando para concertar contratos de arrendamiento colectivo a las secciones filiales de las Sociedades de Trabajadores de la Tierra, de Armuña de Tajuña (Guadalajara)......  El Progreso, de Tocón-Yllora (Granada) ; La Armonía, de Huétor Tajar (Granada); La Redención, de Lachar (Granada) ; Los Hijos del Trabajo, de Alomartes (Granada).....

10 de agosto de 2016

La religión y Alomartes

El Defensor, 13 y 15 noviembre 1931.

El Defensor, 1 diciembre 1935.

(Periodico Granadino)



En esa epoca Alomartes tenia, por la influencia de los habitantes de "La Torre", una presencia de Protestantes anglicanos que ya tenian problemas con los habitantes de la zona como demuestra la informacion publicada por ese periodico:



En Alomartes un mitin de pastores evangélicos fue interrumpido por una persona que dio vivas a la religión católica y efectuó un disparó al aire; para colmo la guardia civil quiso disolver este acto aprovechando el incidente, a lo que se opuso el alcalde.

En íllora un pastor evangélico aseguraba que él y sus feligreses, todos de condición humilde, eran perseguidos por las fuerzas católicas y los propietarios de esa localidad.

La religión y Alomartes

El Defensor, 13 y 15 noviembre 1931.
El Defensor, 1 diciembre 1935.
(Periodico Granadino)

En esa epoca Alomartes tenia, por la influencia de los habitantes de "La Torre", una presencia de Protestantes anglicanos que ya tenian problemas con los habitantes de la zona como demuestra la informacion publicada por ese periodico:

En Alomartes un mitin de pastores evangélicos fue interrumpido por una persona que dio vivas a la religión católica y efectuó un disparó al aire; para colmo la guardia civil quiso disolver este acto aprovechando el incidente, a lo que se opuso el alcalde.
En íllora un pastor evangélico aseguraba que él y sus feligreses, todos de condición humilde, eran perseguidos por las fuerzas católicas y los propietarios de esa localidad.

9 de agosto de 2016

Carlos Arcas Peral


Carlos
Arcas Peral


Nacido
en : Íllora


Año
de Nacimiento: 1892


Año
de fallecimiento: 1939


A
la edad de (años): 47


Fecha
de fallecimiento: 31 de agosto de 1939


Muerte
ó Represalias sufridas: Herida por arma de fuego


Informacion
obtenida en: Registro Civil


de
la Localidad de: Granada


Referencias
de Busqueda 1: JAQUE A LA REPUBLICA, (Granada 1936-1939), Rafael Gil
Bracero, Maria Isabel Brenes, Ediciones Osuna 2009




Referencias
de Busqueda 2: Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia
(AMHyJA)y la Confederación General del Trabajo de Andalucía
CGT.A)

Carlos Arcas Peral

Carlos Arcas Peral
Nacido en : Íllora
Año de Nacimiento: 1892
Año de fallecimiento: 1939
A la edad de (años): 47
Fecha de fallecimiento: 31 de agosto de 1939
Muerte ó Represalias sufridas: Herida por arma de fuego
Informacion obtenida en: Registro Civil
de la Localidad de: Granada
Referencias de Busqueda 1: JAQUE A LA REPUBLICA, (Granada 1936-1939), Rafael Gil Bracero, Maria Isabel Brenes, Ediciones Osuna 2009

Referencias de Busqueda 2: Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia (AMHyJA)y la Confederación General del Trabajo de Andalucía CGT.A)

Antonio Aguilar Camacho


Antonio
Aguilar Camacho


Nacido en :
Íllora


Año de
Nacimiento: 1890


Profesión:
Ebanista


Fallecido
en: Granada


Año de
fallecimiento: 1936


A la edad
de (años): 46


Fecha de
fallecimiento: 22 de septiembre de 1936


Muerte ó
Represalias sufridas: Herida por Arma de fuego (fusilado), se le hizo
juicio por Causa Juzgado Militar y el cadáver se enterró en el
Cementerio de Granada


Informacion
obtenida en: Registro Civil


de la
Localidad de: Granada


Referencias
de Busqueda 1: JAQUE A LA REPUBLICA, (Granada 1936-1939), Rafael Gil
Bracero, Maria Isabel Brenes, Ediciones Osuna 2009


Referencias
de Busqueda 2: E. MOLINA FAJARDO: Los últimos días de García Lorca
(Plaza & Janés, 1983).


Referencias
de Busqueda 3: Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia
(AMHyJA)y la Confederación General del Trabajo de Andalucía
CGT.A)







Antonio Aguilar Camacho

Antonio Aguilar Camacho
Nacido en : Íllora
Año de Nacimiento: 1890
Profesión: Ebanista
Fallecido en: Granada
Año de fallecimiento: 1936
A la edad de (años): 46
Fecha de fallecimiento: 22 de septiembre de 1936
Muerte ó Represalias sufridas: Herida por Arma de fuego (fusilado), se le hizo juicio por Causa Juzgado Militar y el cadáver se enterró en el Cementerio de Granada
Informacion obtenida en: Registro Civil
de la Localidad de: Granada
Referencias de Busqueda 1: JAQUE A LA REPUBLICA, (Granada 1936-1939), Rafael Gil Bracero, Maria Isabel Brenes, Ediciones Osuna 2009
Referencias de Busqueda 2: E. MOLINA FAJARDO: Los últimos días de García Lorca (Plaza & Janés, 1983).
Referencias de Busqueda 3: Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia (AMHyJA)y la Confederación General del Trabajo de Andalucía CGT.A)


3 de agosto de 2016

LOS INTELECTUALES EN APOYO A LA REPUBLICA



LOS INTELECTUALES EN APOYO A LA REPUBLICA
Desde todas las esferas políticas y culturales europeas se seguían las vicisitudes de la insurrección fascista en España...
Esta es la imagen de una revista belga (en francés, flamenco y alemán) en la que se menciona ya el asesinato de Federico Garcia Lorca.

LOS INTELECTUALES EN APOYO A LA REPUBLICA

LOS INTELECTUALES EN APOYO A LA REPUBLICA
Desde todas las esferas políticas y culturales europeas se seguían las vicisitudes de la insurrección fascista en España...
Esta es la imagen de una revista belga (en francés, flamenco y alemán) en la que se menciona ya el asesinato de Federico Garcia Lorca.