26 de junio de 2017

RODRÍGUEZ LÓPEZ, Rafael, Alias “Cristóbal”

RODRÍGUEZ LÓPEZ, Rafael “Cristóbal”.

Comunista, nacido en Almuñécar (Granada) en 1908; vecino del cortijo Torrecuevas. Hijo de Miguel y Carmen. Casado. Campesino. Enlace, en octubre de 1947 se incorporó a la Agrupación Guerrillera de Granada, siendo destinado al 6º Batallón. Fue detenido por la Guardia Civil el 27 de julio de 1950 en Almuñécar, en casa de su madre, donde se había refugiado tras desertar.



A.C.G.G.: Causa 572/46 y 641/50. AHPCE, Movimiento guerrillero, caja 106, carp. 1, doc. 4; AZUAGA, José María, 1996, 51; GUARDIA CIVIL, 1977; ROMERO, José Aurelio, 2004, 331 y 399




RODRÍGUEZ LÓPEZ, Rafael, Alias “Cristóbal”

RODRÍGUEZ LÓPEZ, Rafael “Cristóbal”.
Comunista, nacido en Almuñécar (Granada) en 1908; vecino del cortijo Torrecuevas. Hijo de Miguel y Carmen. Casado. Campesino. Enlace, en octubre de 1947 se incorporó a la Agrupación Guerrillera de Granada, siendo destinado al 6º Batallón. Fue detenido por la Guardia Civil el 27 de julio de 1950 en Almuñécar, en casa de su madre, donde se había refugiado tras desertar.

A.C.G.G.: Causa 572/46 y 641/50. AHPCE, Movimiento guerrillero, caja 106, carp. 1, doc. 4; AZUAGA, José María, 1996, 51; GUARDIA CIVIL, 1977; ROMERO, José Aurelio, 2004, 331 y 399

25 de junio de 2017

ANDRADE DÍAZ, Lope “Sordo”

ANDRADE DÍAZ, Lope “Sordo”. Nació en Melilla el año 1916. Según José Aurelio Romero fue miembro de la partida dirigida por José Cordón “Cogollero” y, posteriormente, por Juan Garrido “Ollafría”. Murió en un enfrentamiento con la guardia civil el 30 de abril de 1946 en “Puerto de Lobo”, término de Montillana (Granada), siendo enterrado en esta localidad. En venganza, el 18 de junio sus compañeros secuestraron y mataron al derechista Juan Ramos, dueño del cortijo “Cuevas”, por haber denunciado la presencia de “Sordo” en sus tierras. ROMERO, José Aurelio, 2004, 45; SÁNCHEZ, Luis Miguel, 2001, 393

16 de junio de 2017

El poeta Miguel Hernández, retratado a la salida del Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura

El poeta Miguel Hernández, retratado a la salida del Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, celebrado en Valencia en el verano de 1937. / Foto: GUILLERMO FERNÁNDEZ ZÚÑIGA







Este Congreso, que se inició el 3 de julio de 1937 en Valencia, capital de la República, fue itinerante. De Valencia se trasladó a Madrid y finalizó en París. Es importante recordar que a este eventoasistieron grandes nombres de la literatura como André Malraux y Ernest Hemingway. Los latinoamericanos, evidentemente, hicieron notar su presencia. Ahí estuvieron músicos como Acario Cotapos y el violinista, compositor y director de orquesta mexicano Silvestre Revueltas quien escribió Homenaje a García Lorca compuesta de tres partes: “Baile”, “Duelo” y “Son” en los que resume, de forma admirable, la vida y trágica muerte del poeta granadino. También asistieron escritores como Nicolás Guillén, Raúl González Tuñón, Córdoba Iturburu, César Vallejo, Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Octavio Paz y Pablo de la Torriente, quien se alistó como soldado y murió en el frente de Majahonda. Es relevante mencionar que algunos de ellos no solamente participaron en las actividades del Congreso animando con sus discursos la causa antifascista, sino que se quedaron visitando los frentes para escribir lo que veían y publicar después sus testimonios y escritos en sus países, siempre y cuando el gobierno de turno lo permitiera.

El poeta Miguel Hernández, retratado a la salida del Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura

El poeta Miguel Hernández, retratado a la salida del Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, celebrado en Valencia en el verano de 1937. / Foto: GUILLERMO FERNÁNDEZ ZÚÑIGA


Este Congreso, que se inició el 3 de julio de 1937 en Valencia, capital de la República, fue itinerante. De Valencia se trasladó a Madrid y finalizó en París. Es importante recordar que a este eventoasistieron grandes nombres de la literatura como André Malraux y Ernest Hemingway. Los latinoamericanos, evidentemente, hicieron notar su presencia. Ahí estuvieron músicos como Acario Cotapos y el violinista, compositor y director de orquesta mexicano Silvestre Revueltas quien escribió Homenaje a García Lorca compuesta de tres partes: “Baile”, “Duelo” y “Son” en los que resume, de forma admirable, la vida y trágica muerte del poeta granadino. También asistieron escritores como Nicolás Guillén, Raúl González Tuñón, Córdoba Iturburu, César Vallejo, Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Octavio Paz y Pablo de la Torriente, quien se alistó como soldado y murió en el frente de Majahonda. Es relevante mencionar que algunos de ellos no solamente participaron en las actividades del Congreso animando con sus discursos la causa antifascista, sino que se quedaron visitando los frentes para escribir lo que veían y publicar después sus testimonios y escritos en sus países, siempre y cuando el gobierno de turno lo permitiera.

3 de junio de 2017

“Revolución y contrarrevolución. La República y la Guerra civil española”, de Antonio Liz

“Revolución y contrarrevolución. La República y la Guerra civil española”, de Antonio Liz

Tras haber leído –y disfrutado– la obra de Antonio Liz “Revolución y Contrarrevolución” no puedo sino recomendar encarecidamente su lectura.



En mi opinión, nos encontramos ante una obra histórica de madurez que, desvela, con absoluta nitidez y eficacia, los fundamentos del periodo histórico que transcurre desde la proclamación de la II República hasta el final de la Guerra Civil.



Como el propio autor confiesa, el libro ha sido escrito en un intervalo de tan solo dos años. Sin embargo, por detrás, existe un tiempo mucho mayor de lecturas y relecturas, visionado de documentales, reflexiones, debates… un trabajo tan intenso y de tantas horas que ha hecho de nuestro autor un gran conocedor de su objeto de estudio. Y es precisamente este conocimiento profundo –unido a su capacidad de comunicación y a su pluma certera- lo que le permite llegar a la esencia del mismo logrando transmitirla a los lectores y lectoras con gran sencillez, claridad y concisión.



Otro aspecto a favor de la consecución de este objetivo, es, en mi opinión, la perspectiva marxista de nuestro autor: el análisis de los hechos históricos desde el paradigma de la lucha de clases (algo tan real como tan negado en estos tiempos). Si Antonio lleva a cabo una explicación tan acertada es, en gran medida, porque lo hace desde el conflicto central de toda sociedad humana; tal y como ocurre con todos los grandes historiadores marxistas, autores de los mejores libros de historia que existen en el mundo, Liz, claramente, pertenece a esa tradición y con este libro la honra y la enriquece.



Pero lo que hace de esta obra una lectura fundamental es su capacidad para discernir lo que es esencial de lo que no lo es, para separar el grano de la paja, como dirían coloquialmente nuestras abuelas. De forma que, en un volumen de apenas 280 páginas, nuestro autor es capaz de transmitirnos las claves de un proceso histórico endiabladamente complejo.



“Si un clavo aparece en un cuento el protagonista ha de acabar colgado de él”, nos dice Anton Chejov al referirse al arte del relato breve. Y creo que lo mismo podría decirse de esta obra, aunque estemos ante un género tan diferente como es el ensayo histórico: todo tiene un sentido y nada sobra; todo cumple una función dentro del ecosistema del libro y nada es clasificable como “relleno” o “paja”.



Excelente también, sin lugar a dudas, la selección de las fuentes primarias: muchas de ellas pertenecientes a discursos y artículos de la época, que retratan perfectamente a los protagonistas de los hechos históricos. De forma que podemos hacernos una idea muy clara de quienes eran realmente Largo Caballero o Gil Robles, simplemente con la selección que ha hecho nuestro autor de las palabras que pronunciaron durante aquellos tiempos tan turbulentos como interesantes.

Un libro que se centra en el movimiento obrero y en su pelea secular por conseguir una sociedad más justa. Continúa pues esa tradición de historia de la clase trabajadora y, en muchos casos, nos desvela hechos muy poco conocidos a los que la mayoría de los historiadores no dan la importancia que merecen: como las huelgas en la Compañía Telefónica a principios de los años 30, por poner un ejemplo; o la brutal represión de las luchas obreras también durante el bienio progresista (tal vez por la idealización, por parte de la izquierda de este país, de la II República en general y de este periodo en particular).



Sin embargo, esta obra va mucho más allá de la mera transmisión de conocimiento intelectual: con su estilo ágil, cálido y directo, nos absorbe y engancha cual si de una novela se tratase, y logra nuestra profunda identificación con ese gran personaje colectivo que es la clase obrera española, tanto con sus hombres como con sus mujeres, pues el autor no obvia la perspectiva de género. Y, aunque conozcamos de antemano su dramático final –como en el caso de la novela de García Márquez “Crónica de una muerte anunciada”- nos morimos por saber –y sobre todo por comprender– cuáles fueron las circunstancias históricas que hasta él le llevaron.



En definitiva, un libro con el que, tras concluir su última página, tenemos la sensación haber entendido claramente la revolución española, al tiempo que se avivan nuestras ganas de seguir profundizando en la historia del movimiento obrero.



Aprovechando que se cumplen 100 años de la Revolución Rusa, ¿qué tal otro libro de Antonio Liz sobre este apasionante tema?

“Revolución y contrarrevolución. La República y la Guerra civil española”, de Antonio Liz

“Revolución y contrarrevolución. La República y la Guerra civil española”, de Antonio Liz
Tras haber leído –y disfrutado– la obra de Antonio Liz “Revolución y Contrarrevolución” no puedo sino recomendar encarecidamente su lectura.

En mi opinión, nos encontramos ante una obra histórica de madurez que, desvela, con absoluta nitidez y eficacia, los fundamentos del periodo histórico que transcurre desde la proclamación de la II República hasta el final de la Guerra Civil.

Como el propio autor confiesa, el libro ha sido escrito en un intervalo de tan solo dos años. Sin embargo, por detrás, existe un tiempo mucho mayor de lecturas y relecturas, visionado de documentales, reflexiones, debates… un trabajo tan intenso y de tantas horas que ha hecho de nuestro autor un gran conocedor de su objeto de estudio. Y es precisamente este conocimiento profundo –unido a su capacidad de comunicación y a su pluma certera- lo que le permite llegar a la esencia del mismo logrando transmitirla a los lectores y lectoras con gran sencillez, claridad y concisión.

Otro aspecto a favor de la consecución de este objetivo, es, en mi opinión, la perspectiva marxista de nuestro autor: el análisis de los hechos históricos desde el paradigma de la lucha de clases (algo tan real como tan negado en estos tiempos). Si Antonio lleva a cabo una explicación tan acertada es, en gran medida, porque lo hace desde el conflicto central de toda sociedad humana; tal y como ocurre con todos los grandes historiadores marxistas, autores de los mejores libros de historia que existen en el mundo, Liz, claramente, pertenece a esa tradición y con este libro la honra y la enriquece.

Pero lo que hace de esta obra una lectura fundamental es su capacidad para discernir lo que es esencial de lo que no lo es, para separar el grano de la paja, como dirían coloquialmente nuestras abuelas. De forma que, en un volumen de apenas 280 páginas, nuestro autor es capaz de transmitirnos las claves de un proceso histórico endiabladamente complejo.

“Si un clavo aparece en un cuento el protagonista ha de acabar colgado de él”, nos dice Anton Chejov al referirse al arte del relato breve. Y creo que lo mismo podría decirse de esta obra, aunque estemos ante un género tan diferente como es el ensayo histórico: todo tiene un sentido y nada sobra; todo cumple una función dentro del ecosistema del libro y nada es clasificable como “relleno” o “paja”.

Excelente también, sin lugar a dudas, la selección de las fuentes primarias: muchas de ellas pertenecientes a discursos y artículos de la época, que retratan perfectamente a los protagonistas de los hechos históricos. De forma que podemos hacernos una idea muy clara de quienes eran realmente Largo Caballero o Gil Robles, simplemente con la selección que ha hecho nuestro autor de las palabras que pronunciaron durante aquellos tiempos tan turbulentos como interesantes.
Un libro que se centra en el movimiento obrero y en su pelea secular por conseguir una sociedad más justa. Continúa pues esa tradición de historia de la clase trabajadora y, en muchos casos, nos desvela hechos muy poco conocidos a los que la mayoría de los historiadores no dan la importancia que merecen: como las huelgas en la Compañía Telefónica a principios de los años 30, por poner un ejemplo; o la brutal represión de las luchas obreras también durante el bienio progresista (tal vez por la idealización, por parte de la izquierda de este país, de la II República en general y de este periodo en particular).

Sin embargo, esta obra va mucho más allá de la mera transmisión de conocimiento intelectual: con su estilo ágil, cálido y directo, nos absorbe y engancha cual si de una novela se tratase, y logra nuestra profunda identificación con ese gran personaje colectivo que es la clase obrera española, tanto con sus hombres como con sus mujeres, pues el autor no obvia la perspectiva de género. Y, aunque conozcamos de antemano su dramático final –como en el caso de la novela de García Márquez “Crónica de una muerte anunciada”- nos morimos por saber –y sobre todo por comprender– cuáles fueron las circunstancias históricas que hasta él le llevaron.

En definitiva, un libro con el que, tras concluir su última página, tenemos la sensación haber entendido claramente la revolución española, al tiempo que se avivan nuestras ganas de seguir profundizando en la historia del movimiento obrero.

Aprovechando que se cumplen 100 años de la Revolución Rusa, ¿qué tal otro libro de Antonio Liz sobre este apasionante tema?

2 de junio de 2017

1945 Solicitud de ayuda de la Asociación de las Brigadas Internacionales


Estimado amigo, 


Hay más de 100,000 republicanos españoles en Francia que han sufrido los horrores de la guerra durante los ultimos nueve años.


Son el resto del cuarto de millón de personas obligadas a cruzar la frontera española en los primeros días de 1939, perseguidos por los moros de Franco, las tropas italianas y alemanas, y los fascistas.




El papel desempeñado por estas personas valientes en la liberación de Francia es demasiado conocido para necesitar la repetición aquí. Pero lo escribimos para llamar su atención sobre su situación presente, que es extremadamente grave.




Privación y sufrimiento se hacen sentir en todos los países liberados, en Francia, Bélgica y Holanda. Sería correcto decir que en estos momento la gente de todos estos países están sufriendo grandes dificultades materiales. Sin embargo, por varias razones los exiliados españoles están en una posición peor incluso que el pueblo francés, porque ademas eran personas sin hogar y sin pertenencias cuando este estalló la guerra y ya habían sido sometidas a tres años de semi-inanición. Además, los franceses tienen sus propios servicios de bienestar social en el que los españoles no pueden participar plenamente.


Es cierto que la posición de estas personas tendrá que ser resuelta como parte del problema mucho más amplio de todos los desplazados de Europa.


Es cierto  también que a medida que las cosas se hagan mejor para los franceses los españoles se beneficiarán. Pero una reciente visita de los representantes de los sindicatos españoles en Francia, los delegados a la Conferencia Mundial de Sindicatos, señor Santiago y el señor Arguelles, que asistieron al Comité Ejecutivo de la Asociación Internacional de las Brigadas el 16 de febrero, nos ha hecho conscientes de que la la materia es tan urgente que no hay tiempo para esperar a la solución general.


Los representantes españoles afirmaron que los niños, hombres y mujeres jóvenes, así como las personas mayores, están literalmente muriendo porque necesitan medicinas y alimentos que son imposibles de conseguir. Sus sufrimientos de 1936 a 1939 ya habían minado su salud. Un gran número de ellos comparten la lucha y las dificultades de los Maquis, resultaron heridos, encarcelados y torturados por los alemanes. Apenas hay uno de ellos que se podría llamar en buena forma física. 


En el intento de ayudarse a sí mismos que se han formado dos organizaciones: una es "Solidaridad Española", y es la organización que proporciona asistencia general a las viudas y huérfanos de los combatientes, ancianos e indigentes, y todo el mundo que está en necesidad; la otra, "La liga de los discapacitados", incluye unos 3.000 combatientes que perdieron miembros o quedaron discapacitados de otra manera en la Guerra Española o durante los enfrentamientos con los Maquis. 


[Estamos seguros de que el pueblo francés verán que con el tiempo todos los que lucharon con los Maquis recibirán pleno derecho a las pensiones y discapacidad, pero el Gobierno francés se enfrenta en la actualidad con una serie de tremendos problemas que necesitará tiempo para resolverlos.] 




En ninguna de las organizaciones antes mencionadas hay ninguna distinción de clase o credo. Estamos acostumbrados a salir de los problemas de esta magnitud recurriendo a los gobiernos para la solución. Pero recuerda que para muchos el "estatuto de refugiado" comienza el 3 de septiembre de 1939, recuerde que la UNRRA no reconoce  a los republicanos españoles en ninguna categoría. Recuerde que no tienen gobierno propio que puede presentar informes sobre sus nacionales desplazados. Los representantes españoles que llegaron a Londres pidieron nuestra ayuda apelando al pueblo británico.


La Asociación Internacional de las Brigadas votó inmediatamente £ 1.000 de sus fondos existentes para ser gastado en la compra inmediata y el envío de suministros médicos, y está en negociaciones con varias organizaciones de ayuda en cuanto a infraestructuras para la compra y transporte de ellos.


Es por esto que nos dirigimos a usted, para preguntar si su organización nos enviará una donación rápidamente, para que la leche y los suministros médicos se pueden enviar a estas personas. 


Es un largo tiempo desde los días de "Ayuda para España," pero estas son las mismas personas que necesitan su ayuda y recibieron tan espléndido apoyo de personas y organizaciones británicas. 


Necesitan su ayuda con más urgencia que nunca.


Atentamente, NAN GREEN, Secretario.  




1945 Solicitud de ayuda de la Asociación de las Brigadas Internacionales

Estimado amigo, 
Hay más de 100,000 republicanos españoles en Francia que han sufrido los horrores de la guerra durante los ultimos nueve años.
Son el resto del cuarto de millón de personas obligadas a cruzar la frontera española en los primeros días de 1939, perseguidos por los moros de Franco, las tropas italianas y alemanas, y los fascistas.

El papel desempeñado por estas personas valientes en la liberación de Francia es demasiado conocido para necesitar la repetición aquí. Pero lo escribimos para llamar su atención sobre su situación presente, que es extremadamente grave.

Privación y sufrimiento se hacen sentir en todos los países liberados, en Francia, Bélgica y Holanda. Sería correcto decir que en estos momento la gente de todos estos países están sufriendo grandes dificultades materiales. Sin embargo, por varias razones los exiliados españoles están en una posición peor incluso que el pueblo francés, porque ademas eran personas sin hogar y sin pertenencias cuando este estalló la guerra y ya habían sido sometidas a tres años de semi-inanición. Además, los franceses tienen sus propios servicios de bienestar social en el que los españoles no pueden participar plenamente.
Es cierto que la posición de estas personas tendrá que ser resuelta como parte del problema mucho más amplio de todos los desplazados de Europa.
Es cierto  también que a medida que las cosas se hagan mejor para los franceses los españoles se beneficiarán. Pero una reciente visita de los representantes de los sindicatos españoles en Francia, los delegados a la Conferencia Mundial de Sindicatos, señor Santiago y el señor Arguelles, que asistieron al Comité Ejecutivo de la Asociación Internacional de las Brigadas el 16 de febrero, nos ha hecho conscientes de que la la materia es tan urgente que no hay tiempo para esperar a la solución general.
Los representantes españoles afirmaron que los niños, hombres y mujeres jóvenes, así como las personas mayores, están literalmente muriendo porque necesitan medicinas y alimentos que son imposibles de conseguir. Sus sufrimientos de 1936 a 1939 ya habían minado su salud. Un gran número de ellos comparten la lucha y las dificultades de los Maquis, resultaron heridos, encarcelados y torturados por los alemanes. Apenas hay uno de ellos que se podría llamar en buena forma física. 
En el intento de ayudarse a sí mismos que se han formado dos organizaciones: una es "Solidaridad Española", y es la organización que proporciona asistencia general a las viudas y huérfanos de los combatientes, ancianos e indigentes, y todo el mundo que está en necesidad; la otra, "La liga de los discapacitados", incluye unos 3.000 combatientes que perdieron miembros o quedaron discapacitados de otra manera en la Guerra Española o durante los enfrentamientos con los Maquis. 
[Estamos seguros de que el pueblo francés verán que con el tiempo todos los que lucharon con los Maquis recibirán pleno derecho a las pensiones y discapacidad, pero el Gobierno francés se enfrenta en la actualidad con una serie de tremendos problemas que necesitará tiempo para resolverlos.] 
En ninguna de las organizaciones antes mencionadas hay ninguna distinción de clase o credo. Estamos acostumbrados a salir de los problemas de esta magnitud recurriendo a los gobiernos para la solución. Pero recuerda que para muchos el "estatuto de refugiado" comienza el 3 de septiembre de 1939, recuerde que la UNRRA no reconoce  a los republicanos españoles en ninguna categoría. Recuerde que no tienen gobierno propio que puede presentar informes sobre sus nacionales desplazados. Los representantes españoles que llegaron a Londres pidieron nuestra ayuda apelando al pueblo británico.
La Asociación Internacional de las Brigadas votó inmediatamente £ 1.000 de sus fondos existentes para ser gastado en la compra inmediata y el envío de suministros médicos, y está en negociaciones con varias organizaciones de ayuda en cuanto a infraestructuras para la compra y transporte de ellos.
Es por esto que nos dirigimos a usted, para preguntar si su organización nos enviará una donación rápidamente, para que la leche y los suministros médicos se pueden enviar a estas personas. 
Es un largo tiempo desde los días de "Ayuda para España," pero estas son las mismas personas que necesitan su ayuda y recibieron tan espléndido apoyo de personas y organizaciones británicas. 
Necesitan su ayuda con más urgencia que nunca.
Atentamente, NAN GREEN, Secretario.