8 de febrero de 2021

EMILIO PRADOS SUCH, Romancero general de la guerra de España


 EMILIO PRADOS SUCH nace en Málaga el 4 de marzo de 1899, dónde vive sus primeros quince años. En 1914 se traslada a Madrid para ingresar en la Residencia de Estudiantes, donde conoce a Juan Ramón Jiménez, quien determinará su pronta orientación hacia la poesía.

En 1918 se incorpora al grupo universitario de la Residencia, centro que se convierte en punto convergente de las ideas vanguardistas e intelectuales de Europa, En este fecundo caldo de cultivo se forma la Generación del 27 y es aquí, donde Prados entabla amistad con el círculo que forman Federico García Lorca, Luis Buñuel, Juan Vicens, José Bello y Salvador Dalí.

En 1921, el agravamiento de la enfermedad pulmonar que padece desde su infancia le obliga a ingresar en un sanatorio en Suiza donde pasará la mayor parte del año. En esa reclusión terapéutica, Emilio Prados comenzará a descubrir los autores más sobresalientes de la literatura europea y a consolidar su vocación de escritor.

En 1924 fundó, con su compañero Manuel Altolaguirre, la revista “Litoral”, que fue uno de los más importantes órganos del grupo del 27. En 1925 inicia su actividad como editor de la imprenta Sur, en la que trabaja también junto a Altolaguirre. Paralelamente a sus actividades creadoras, su compromiso social se va decantando en un progresivo interés hacia los sectores más pobres y desfavorecidos de la sociedad. También publica sus primeros poemarios, “Tiempo” y “Veinte poemas en verso” que se inscriben se inscriben dentro del neopopularismo andaluz

Entre 1925 y 1928 publica también “Seis estampas para un rompecabezas” “Canciones del farero”,”Vuelta” y “El misterio del agua”.

Entre 1932 y 1938 se entrega a la poesía social y política con un lenguaje surrealista. De esta época son sus obras: “La voz cautiva”, “Andando, andando por el mundo”, “La tierra que no alienta”, “Seis estancias”, “Llanto en la sangre”, “El llanto subterráneo” y “Tres cantos”.

El clima de violencia que impera en Málaga en 1934 al estallar la guerra le hace trasladarse a Madrid y allí entrará a formar parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Colabora en tareas humanitarias, ayuda en la organización del II Congreso Internacional de Escritores y en la edición de varios libros: “Homenaje al poeta Federico García Lorca y Romancero general de la guerra de España”, al tiempo que se publican varias de sus obras. Recibe el Premio Nacional de Literatura por la recopilación de su poesía de guerra, “Destino fiel” en 1938.

Poco después se instala en Barcelona para encargarse, junto con Altolaguirre otra vez, de las “Publicaciones del Ministerio de Instrucción Pública”. Pero la situación es ya insostenible en la España de comienzos de 1939 para un republicano, por lo que decide marcharse a París y el 6 de mayo parte, junto con otras destacadas figuras de la intelectualidad republicana, hacia México, donde residirá hasta su muerte. Allí publica poesías que emanan un profundo sentimiento de desarraigo y soledad. A ésta época pertenecen “Mínima muerte”, “Jardín cerrado”, “Memoria del olvido”, “Penumbras”, “Río natural”, “Circuncisión del sueño” y “Signos del ser”.

Muere en México el 24 de Abril de 1962.


Amigos, vengo de Málaga

aun me huele a mal el sueño

me huele a pescado y gloria

a espuma y a sol de fuego.

Mucho que contaros traigo

mucho que contar y bueno

Amigos, os halle a todos

alegres en vuestros puestos»

¿En dónde está Federico?

Á él solo de menos hecho,

y a él tengo más que contarle

mucho que contarle tengo.

¿En dónde está Federico?

Solo responde el silencio,

un temor se va agrandando,

temor que encoge los pechos.

De noche los olivares

alzan los brazos gimiendo.

La luna lo anda buscando,

rodando lenta en el cielo.

La sangre de los gitanos

lo llama abierta en el suelo,

más gritos lleva la sombra

que estrellas el firmamento.

Las madrugadas preguntan

por él temblando de miedo,

j Qué gran tumba esta distancia

que calla su hondo misterio!

Vengo de Málaga roja,

de Málaga roja vengo;

levántate Federico,

álzate en pie sobre el viento

mira que llego del mar,

mucho que contarte tengo.

Málaga tiene otras playas

y grandes peces de acero

con mil ojos vigilantes

defienden firmes su puerto.

¿En dónde estás Federico?

Yo este rumor no lo creo,

jCómo me duelen las balas

que hoy circundan tu recuerdo £

Desde Málaga a Granada,

rojos pañuelos al cuello,

gitanos y pescadores

van con anillos de hierro:

sortijas que envía la muerte

a tus negros carceleros,:

Aguárdame, Federico,

mucho que contarte espero.

Entre Málaga y Granada,

una barrera de fuego.

EMILIO PRADOS.