“Mi nombre es Encarna tengo 80 años, nacida en 1931
en Córdoba y bautizada en esta ciudad más que deprisa porque estaba malita y se
proclamó la primera república. Después vine a vivir en Granada más
concretamente en el pueblo de Íllora en la finca de los Duques De Wellington ya
que mi padre fue a trabajar allí. A pesar de ser pequeña cuando estalló la
Guerra Civil tengo algunos recuerdos y otras cosas que me han contado mis
padres y abuelos.
Así pues recuerdo que en la finca teníamos una cierta
tranquilidad porque sabíamos que no nos iban a tocar, pero en cuanto
salíamos de la misma el ambiente era de miedo y temor, recuerdo los aviones
volando y los bombardeos.
Recuerdo que mi padre se puso malo con las fiebres
maltas y se tuvo que ir de la finca al pueblo para evitar el contagio, un día a
la salida de la farmacia lo esperaron y se lo quisieron llevar para matarlo.
Pero lo dejaron en libertad gracias al administrador de la finca de los duques,
aunque recuerdo que a algunos familiares se los llevaron. Concretamente
recuerdo que se llevaron a un muchacho de 19 años que no había hecho nada
(apuntado a la falange). Cuentan también que en Íllora, había una pareja de novios
que salieron al patio y a uno de ellos le cortaron una pierna de la metralla.
Los camiones con las personas los llevaban al Barranco
Hondo en el término de Valderrubio, allí le pegaron un tiro a un pariente. No
lo llegaron a matar al instante. Este pedía la muerte pero los soldados lo
dejaron hasta que volvieron de tomarse un café y ya había muerto. Recuerdo
también que mi abuela nos metía debajo de una escalera con un colchón de
lana encima para que no oyéramos las bombas y por miedo a que alguna nos
cayera. Cuando pasaban los aviones, se quedaban las calles desiertas, la gente
corría buscando refugios tirándose al suelo.
También recuerdo a una vecina de Alomartes, que tenía a su
marido escondido en una tinaja día y noche, ya que todos los días venían
a buscarlo. La mujer quedó embarazada pero como la gente no veía al
marido, en el pueblo se hablaba de que el niño era de los legionarios. Al
finalizar la guerra, el marido estaba blanco de haber estado escondido.
Otro de allí del pueblo que era pudiente se fue con su
familia al extranjero. Todo el mundo tenía mucho miedo."
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