22 de agosto de 2016

Testimonio de familiares de JUAN NEGRIN

Frente a los hijos de los exiliados que heredaron el silencio en casa al hablar del pasado, los nietos se han preguntado por la verdad. “El exilio es una sensación que se tiene cuando se deja de luchar”, explica Carmen Negrín, nieta del último presidente republicano, Juan Negrín (Las Palmas de Gran Canaria 1892 - París 1956). “España tiene un problema con su historia que le impide recordar no sólo a mi abuelo sino a los guerrilleros, a los que estuvieron en los campos de concentración o a los que lucharon contra el fascismo”, señala Carmen, que convivió diez años con su abuelo.
“Le conocí durante una edad de mucho aprendizaje”, advierte. Y añade: “Yo soy más radical que mi padre y vienen los bisnietos que, como no se avance, serán todavía más radicales”. “No se puede transmitir de esta manera el espíritu del 14 de Abril. Cuando veo la serie de La República en Televisión Española Internacional me pregunto por qué parece que todo fue para llorar. Representaron el debate del voto a las mujeres como si los políticos se tuvieran que esconder para entrar en el Congreso”, ejemplifica.
Carmen asegura que su abuelo siempre fue “partidario de la reconciliación, aunque se excluía a él mismo”. La nieta del doctor Negrín incorporó su apellido a la causa abierta en la Audiencia Nacional que investiga los crímenes del franquismo. “Es un asunto que acabará en Estrasburgo”, vaticina vía telefónica desde París.