Luis López García. Polopos (Granada), 1936.
Su madre era izquierdas, roja; su padre, propietario. Durante la guerra, el pueblo estuvo en zona republicana. Las colectivizaciones no alcanzaron esta propiedad, sin embargo, los franquistas, triunfantes, la reclamaron so pretexto de que la había tomado durante la revolución. Se trasladaron al barrio del Cristo de los Favores, en Granada, y, posteriormente, a Maracena. Cuando contaba trece años de edad, su familia vivía en una situación de extrema necesidad. Tuvo que trabajar, como aprendiz de pintor, para ayudar al sueldo familiar. A duras penas, entre su padre, su hermano mayor y él lograban reunir el dinero suficiente para subsistir, difícilmente le quedaba algo para comprar ropa. En 1958 ingresó en el PCE, impulsado por el ansia de alcanzar la “justicia social”. La primera vez que leyó una octavilla firmada por esta organización no sabía qué querían decir sus siglas.
Miembro de la Peña de los Celtas, fue detenido en 1961. Las detenciones fueron masivas, sólo en el pueblo de Maracena alcanzaron casi a 70 personas, casi todas integrantes de esta peña. En la provincia, la memoria de Luis y José Aranda señalan “400 detenidos”. En cualquier caso, se confirmaba el patrón de detenciones masivas que se había producido en Córdoba el año anterior y, posteriormente, en otros puntos de Andalucía. Lo condenaron a 25.000 pesetas de multa, que como
no pudo pagar tuvo que abonar en meses de cárcel.
3 de marzo de 2016
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