El 3 de enero de 1870 empezó la construcción del puente de Brooklyn. En agosto de 1876, las orillas de Manhattan y Brooklyn se unieron por primera vez a través de un cable de acero. En febrero de 1877, se finalizó la construcción de las torres de anclaje y los pilares que quedarían unidos de forma provisional a través de una pasarela peatonal. Los dos pilares, de estilo gótico con doble arcada y una altura de 84 metros, solo eran superados por la torre de la Trinity Church, en Wall Street.
En octubre de 1878 se procedió a instalar los cables de suspensión y las vigas de la plataforma del puente. En total, más de 23.000 kilómetros de cable de suspensión sujetan el puente, diseñado para albergar en los extremos dos calzadas de doble vía para carruajes y caballería, dos vías de tranvía en el centro y una plataforma peatonal elevada. A comienzos de 1883 terminó su construcción. En total había costado 15.1 millones de dólares, duplicándose el presupuesto inicial. El 23 de mayo de 1883, el presidente Chester Arthur y el gobernador Grover Cleveland lo inauguraron oficialmente ante más de 14.000 invitados. El peaje para cruzarlo se estableció en un penique.
Además, en 1521, fue publicada en Roma la bula papal, Decet Romanum Pontificem, por la que el papa León X excomulgó a Martín Lutero. Lutero redactó sus 95 tesis como soporte para un debate teórico y las difundió en un círculo restringido de teólogos. Tras ser impresas en gran cantidad, tuvieron gran resonancia, pero las autoridades religiosas vacilaron en condenar a Lutero. El papa le advirtió el 15 de junio de 1520 de que se arriesgaba a la excomunión si en un plazo de sesenta días no repudiaba 41 de sus 95 tesis. En octubre de ese mismo año, Lutero envió su escrito En la Libertad de un Cristiano al Papa, añadiendo la frase significativa: “Yo no me someto a leyes al interpretar la palabra de Dios”. El papa le excomulgó entonces.
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