25 de julio de 2016

FEDERICO GARCIA LORCA Y SU RELACIÓN CON ÍLLORA

La vida de Federico esta vinculada a Íllora y sus pedanías desde su nacimiento, hasta su muerte.
En su nacimiento porque el Medico que ayudo al parto de Federico había nacido en Íllora, este dato se lo debo a mi buen amigo, nacido en Tocón, Miguel Ángel Espejo, otro amante de su tierra, historiador y abogado.

En su infancia, estuvo vinculado a Alomartes:
Un gran amigo y “compadre” de Federico García Rodríguez,  el padre de Federico García Lorca llamado Salvador Cobos Rueda fue natural de Alomartes.

Fuente Vaqueros, en  Granada, cuna  de Federico García Lorca, nacido el día 5 de Junio de 1898. Allí paso la infancia.  Andalucía, por tanto, ejerció una  fuerte influencia sobre su obra. La  belleza del escenario natural, los olivares, la arquitectura, los accidentes geográficos, los gitanos, la música, el habla, el ambiente fa­miliar, el espíritu andaluz,  todo está reflejado en sus libros. Como dice Ian Gibson, el mayor biógrafo de Lorca: “Los años de infancia de García Lorca en Fuente Vaqueros permanecerán  siempre dentro de él  como un presente constante,  al abrigo de la  acción del tiempo”.

En su libro de juventud escrito en 1916 “Mi pueblo”,  relata una serie de acontecimientos con personajes locales. Una de las ex­periencias más  emocionantes, narradas con mucha  emoción, fue la muerte, el velatorio y entierro  de Salvador Cobos Rueda, “el com­padre pastor”. La presencia de la muerte desempeñará un papel importante en la obra lorquiana.

Su infancia y sus estudios: 
De su  niñez recordará la influencia que en él y en su obra posterior tuvieron las “criadas” de su casa (especialmente, Dolores la Colorina, que fue después con ellos a Granada), de las que aprendió romances y canciones… Siendo niño pudo escuchar en su casa todas las formas del  canto y del folclore andaluz: seguidillas, peteneras, soleares, granadinas… Miles  de veces, acompañándose al piano, las cantará, a lo largo de su vida, para sus amigos, en distintas reuniones.
Una enfermedad en la boca (parece que un “flemón”) un tanto exagerada por Lorca (me puse a las puertas de la muerte) es la causa de que sus padres le lleven a continuar el Bachillerato a GRANADA en la primavera de 1909. En el verano de este año, toda la familia se traslada a vivir a Granada (donde han alquilado una vivienda).

Su juventud y su contacto con Íllora
De las criadas  que tuvo en Granada, según el Censo de Población de 1923, cuando Federico tenia 25 años, dos de ellas eran nacidas en Íllora: Petra Soriano Ramos de 22 años de edad y su hermana Amor Soriano Ramos de 19 años de edad, que fueron a trabajar en el domicilio familiar de la calle Acera del Casino, numero 35, 2ª  plantaEn ese domicilio llevaba la familia de Federico García Rodríguez quince años viviendo junto a su esposa Vicenta Lorca y sus hijos Federico, Francisco, Concepción e Isabel. Petra llevaba 5 años en el domicilio y Amor 3 años.

Su detención y muerte, también con Íllora

Según el Archivo Histórico Municipal de Granada, en el padrón de 1930, distrito 6°, Sección 23, consta que Vivian en el Callejón de Gracia, 7, Huerta de San Vicente, la familia de Federico García Lorca y aparecen censados como sirvientes las personas siguientes:




Isabel Ruiz Ibáñez, de sesenta y siete años, viuda, natural de Íllora. Que vivía con tres de sus seis hijos, Gabriel Perea Ruiz, de cuarenta y cuatro años, soltero, natural de Íllora, de profesión del campo. Ana Perea Ruiz, de treinta y cuatro años, soltera, natural de Íllora, de profesión su casa, y Carmen Perea Ruiz, veintiséis años, soltera, natural de Pinos Puente, de profesión su casa. Según declaran al Censo, todos llevan seis años viviendo en Granada.

El 9 de agosto de 1936, intentando esconderse, había llegado a la Huerta de San Vicente Alfredo Rodríguez Orgaz, joven arquitecto madrileño que estuvo en Granada en el tiempo de la República prestando sus servicios en el Ayuntamiento.
Al estallar el Golpe de Estado, él, que era radical socialista, estuvo escondido algunos días, absolutamente incomunicado, Rodríguez Orgaz  se dirigió hacia la Huerta de San Vicente donde los García Lorca le dieron refugio. A los pocos minutos de su llegada, y ante la alarmante presencia de un grupo de milicianos que se acercaban a la casa, García Lorca le dijo a su amigo: «Escápate, que vienen por ti».

Sin embargo, las pesquisas de un segundo grupo que llegó esa misma tarde, pues el primero ni siquiera entró en la Huerta, no iban dirigidas ni a Rodríguez Orgaz ni a Federico García Lorca. Buscaban al encargado de la finca, el caseroGabriel Perea Ruiz,  que vivía allí con sus hermanas y su madre.

El pretexto de esta búsqueda era conocer el paradero de los hermanos de Gabriel, que se llamaban Antonio, Andrés y José Perea Ruiz, acusados de haber dado muerte a José y Daniel Linares, en Asquerosa, actualmente Valderrubio, que eran cuñados del que fuera Alcalde de los sublevados en Pinos Puente, Enrique García Puertas.

La escena comenzó a teñirse de violencia, y Federico, venciendo su comprensible temor a delatar su presencia, se atrevió a intervenir, recibiendo también los malos tratos de los milicianos. Una patrulla pasó cerca de la Casa y, al observar la alteración del orden, un sargento de la Guardia Civil que la mandaba interrogó a Gabriel Perea y ordenó que le trasladasen a la comisaría, donde fue puesto en libertad.

Este hecho, queda  reflejado en el Diario IDEAL, del lunes 10 de agosto de 1936.

Detenido por supuesta Ocultación.
Por sospecharse pudiera ocultar el paradero de sus hermanos José, Andrés y Antonio, acusados de haber dado muerte a José y Daniel Linares, hecho ocurrido en un pueblo de la provincia el día 20 del pasado, un Sargento de la Benemérita retirado, detuvo ayer a Gabriel Perea Ruiz, en su domicilio, Callejones de Gracia, huerta de don Federico García. Después de interrogado, fue puesto en libertad.

Dos personas han certificaron estos datos con sus declaraciones: Isabel Roldán García y Angelina Cordobilla. La segunda fue testigo presencial de los hechos, y a Isabel Roldán le fueron narrados por la familia pocas horas después.
Angelina habló de los malos tratos recibidos por Federico durante ese registro, tratando de evitar los que la Escuadra Negra estaba infringiendo a Gabriel Perea hecho que después desencadenaría una serie de acontecimientos decisivos para la vida del poeta.


También Manuel Fernández Montesinos, hijo de Manuel Fernández Montesinos Lustau y de Concha García Lorca, entonces de cuatro años de edad, recuerda que ese día su siesta fue interrumpida por ruido de coches, hecho poco habitual en aquel tiempo. Al asomarse a la ventana, pudo observar cómo maltrataban a Gabriel Perea y luego «la emprendieron a empujones con mi abuelo y otro hombre, al que incluso llegaron a derribar al suelo y que no podía ser otro más que mi tío Federico. Después,  cuando ya se iban, uno de los que había con uniforme le dijo a mí abuelo: ¡Qué, don Federico!, ¿no nos echa usted un vaso de vino? Y mi abuelo le cerró la puerta en las narices».

LA ACUSACIÓN
La intrusión en la Huerta de San Vicente, estaba refrendada por una requisitoria de la Comandancia Militar de Granada, que bajo la acusación de asesinato, homicidio, allanamiento de morada, robo y tenencia ilícita de armas, debían ser detenidos varias personas de Pinos Puente y Asquerosa, entre ellos estaba acusado José Perea Ruiz, aunque no aparecen en la requisitoria sus hermanos Antonio ni Andrés también se les busco por estos hechos ya que era conocida su filiación izquierdista, hecho mas que sobrado para darle un “escarmiento” a toda la familia de Íllora.