31 de marzo de 2011

Lord Wellington: El Precio de su Ayuda en la Guerra de la Independencia

En la Comarca de Íllora, somo muchos los que creemos que el Duque de Wellington y de Ciudad Rodrigo fué un gran militar y una persona inteligente y amante de las cosas de España. Esa es una verdad indiscutible y la historia así lo recoge.


Pero eso no es obstáculo para que pensemos también que el agradecimiento a su ayuda en la "peninsular war" nos ha costado muy caro (en tierras, Obras de Arte y Documentos) y que deberian sus descendientes devolver a sus origenes algunas de las prebendas que se llevo a su regreso a Gran Bretaña cuando acabo la Guerra y fue nombrado embajador en la Francia de Luís XVIII.


Veamos algún hecho histórico que resulta interesante:

José I Bonaparte no se marchó con las manos vacías cuando abandono España. En su retirada de 1813  hacia Francia llevaba consigo 150 carruajes cargados con oro, monedas, joyas, plata, seda, orfebrería, plantas rarísimas del jardín botánico, colecciones de minerales y, en fin, cuadros de las colecciones reales de los palacios cercanos a Madrid. 

El ejército francés fue interceptado por las tropas anglo-luso-españolas al mando de Arthur Wellesleyduque de Wellington el 21 de junio a la altura de la ciudad de Vitoria.
La victoria de los aliados sentenció la guerra y puso al descubierto el botín que se llevaba José Bonaparte. La joyería y la plata fue hecha desaparecer por los soldados durante la noche. La parte del convoy que contenía los grandes cuadros y las esculturas se salvó de la rapiña por haber salido doce horas antes que los demás carros con el general Maucune. Muchos de ellos llegarían a Francia y serían devueltos gratuitamente a España en los años siguientes

Otra parte acabó en manos del propio duque de Wellington, el gran héroe de la jornada, que sin desembalar los bártulos los remitió a Inglaterra. Allí, su hermano, lord Marlborough, le escribió poco después: "He abierto los paquetes tomados en Vitoria y los he enviado a su casa para que fueran cuidadosamente examinados, habiendo encontrado que contienen una colección de pinturas como usted no puede concebir... Le envío un catálogo de 165 de las pinturas más valiosas."
 La lista la componían cuadros procedentes del Palacio Real de  Madrid, del Palacio de Aranjuez y del Palacio de la Granja de San  Ildefonso de pintores como TeniersBrueghelVan Dyck,RubensTizianoGuido RenniCorregioRiberaClaudio Coello, y Murillo. Entre ellos destacaban tres de Velázquez: El aguador de Sevilla, Dos jóvenes comiendo en una mesa humilde y Retrato de caballero.

Se cuenta que Wellington quiso devolver este botín a sus legítimos propietarios, los reyes españoles, pero Fernando VII "El Deseado", cuando fué repuesto como rey de España, de forma estúpida le respondió que se quedara las pinturas, "que habían venido  a su posesión por medios tan justos como honorables".


El duque no rehusó el regalo y colgó las pinturas en su residencia, el palacio de Apsley House en Londres, donde hoy en día se conservan como parte fundamental de la pinacoteca del Museo Wellington. (tras mucho buscar documentos que acrediten este intento de devolución, no he conseguido encontrar ninguno que avale estas afirmaciones). 

Gracias a ello, Apsley House (más conocido como Wellington Museum) cuenta con tres originales de Velázquez, caso infrecuente en las colecciones extranjeras: el citado Aguador de Sevilla, un Retrato masculino y Dos hombres a la mesa, ejemplo de la etapa sevillana del pintor. También cuenta con una versión simplificada del Retrato de Inocencio X, que podría ser una réplica igualmente pintada por Velázquez pero que suscita dudas de su autoría.

(Continuara...)


Entrada dedicada a Francisco Domene (politico accidental) y a Miguel Angel Espejo (historiador).

1 comments:

Anónimo dijo...

Entre los 150 carruajes cargados de tesoros con los que Jose I Bonaparte quiso salir de España se encontraban las joyas de la Corona española.
Casualmente desaparecieron durante la noche...!! El rey Fernando VII debería haber reclamado la devolución de las joyas, pues los soldados debían estar identificados. Fué demasiado generoso con Wellington!!!