8 de marzo de 2011

Íllora: Aceite de Oliva con Estrellas Michelin

El gran defecto de los habitantes de la Comarca de Íllora y sus Pedanias es que, salvo honradas excepciones, no valoran las maravillas que les rodean y por tanto no las saben "VENDER" al resto de Andalucia. Saben que tienen un paisaje único, un medio ambiente magnifico, unos alimentos de altísima calidad y una forma de vida que en muchas paises de Europa nos envidiarían (si nos conocieran)...


Una muestra de ello es ver como personas de lejos valoran nuestras cosas, el pasado día 1 de Marzo el Gran cocinero vasco nacido en Bilbao en 1962, Fernando Canales Etxanobe estudió Hostelería en la Escuela de Leioa, (Bizkaia). Tras varios años de trabajo en Francia y el País Vasco, inaugura hace 10 años el restaurante  Etxanobe”, en el Palacio Euskalduna de Bilbao, que en la actualidad cuenta con una estrella Michelín y dos Soles en la Guía CAMPSA, entre otras calificaciones.

Su inconformismo le hace afrontar retos como dar una comida para mil comensales en Hong Kong, asesorar la puesta en marcha de un bar de pintxos en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), o dar en Moscú una comida-maridaje para 200 personas, por encargo de una bodega de La Rioja.

Escribió en su Pagina Web esta información sobre el Aceite de Oliva Virgen Extra de Íllora:

En la actualidad, dirige el caserío “Akebaso” situado en las faldas del carismático monte Anboto (Bizkaia) y es asesor y socio de la hostelería del Palacio de Congresos y de la Música – Palacio Euskalduna de Bilbao.

Nota: Dedicado a Juan Ruiz del Blog SOS Íllora, que desde su residencia en Cataluña lucha por el Aceite de Oliva y se apasiona por Íllora mientras desayuna pan con aceite, como yo. 

2 comments:

Concha Velázquez Canela dijo...

¡Magnifico aceite! Yo lo uso a diario y no he probado otro como este.El sabor, aroma, color y calidad , son insuperables. Espero poder seguir utilizandolo y contagiarle este placer a quien tenga cerca

Salustiano Gutiérrez Baena dijo...

Tradicionalmente las personas han vivido básicamente de los productos de la tierra, "del terreno" y han dejado los foráneos para completar. La modernidad ha traído la situación contraria. Esta crisis debe traer muchos cambios, uno de ellos volver a reconocer el valor de lo propio, lo endógeno, lo "del terreno".