Durante el carnaval se aprende lo que es el mal, lo que está prohibido. Pero ¿se aprende para realizarlo? En absoluto.
De hecho, después del tiempo de fiesta, las prácticas y los valores quedan en su sitio. Por el contrario se aprende el mal para saber lo que no hay que hacer.
Esta hipótesis sería muy difícil de demostrar de no ser por el sentido que le da al carnaval la cuaresma. El miércoles de ceniza, la gente tiene que arrepentirse de lo que ha hecho; ése es el verdadero momento del aprendizaje; en ese momento se aprende qué es bueno y malo, qué debe reprimirse y qué no.
En Brácana, una pedanía de Íllora, lo que ha quedado del carnaval ha sido el símbolo de su significado, la fiesta de «atar el diablo». El miércoles de ceniza (domingo de carnaval desde 1966) el pueblo en romería va al campo a hacer un nudo a la retama como símbolo de atar al diablo.
Recopilado por:
Eliseo Fernández Cuesta
Asociación Granadina de Antropología. Granada.
Asociación Granadina de Antropología. Granada.
Gaceta de Antropologia - 1988
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