Sofía de Cara Jiménez, de 50 años, casada, juzgada en Motril, fue acusada de ser
una mujer vocinglera y escandalosa, de ideas socialistas, carente de sensibilidad y de mal gusto por insultar a los presos que se encontraban en la iglesia parroquial.
Condenada a muerte y se le conmuto la pena por prisión.
En Granada se dictaron veintiuna sentencias de muerte conmutada contra mujeres, algunas de ellas con responsabilidades políticas en los pueblos de Loja, Fornes, Almuñecar, Moclín, Illora, Santa Cruz del Comercio, Baza, Arriate, Alcalá la Real, Salar y Alhama, en juicios mayoritariamente celebrados en la capital granadina.
26 de marzo de 2019
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