María Calle Nogales, de 39 años, casada, espiritista, era vecina de Loja, acusada
de mala conducta y sospechosa de antecedentes, […] indujo a las hordas rojas
levantadas en contra de las personas de orden, tomando parte con todo sigilo y cautela en las actuaciones revolucionarias. Así mismo, se le acusó de utilizar sus ideales espiritistas y prácticas masónicas en pro del triunfo de la revolución marxista.
Condenada a muerte y se le conmuto la pena por prisión.
En Granada se dictaron veintiuna sentencias de muerte conmutada contra mujeres, algunas de ellas con responsabilidades políticas en los pueblos de Loja, Fornes, Almuñecar, Moclín, Illora, Santa Cruz del Comercio, Baza, Arriate, Alcalá la Real, Salar y Alhama, en juicios mayoritariamente celebrados en la capital granadina.
26 de marzo de 2019
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