29 de marzo de 2018

Alrededor de 50.000 exiliados a América


Un dato significativo sobre la composición del exilio republicano, lo constituye el altísimo componente porcentual de intelectuales, científicos, profesores, artistas y, en general, gente del pensamiento y la cultura, que lo configuraba. Personas cuyas simples ideas hubieran constituido en sí mismas una buena excusa para la represión franquista. Las cifras sobre este tipo de exilio intelectual resultan clarificadoras. Sólo de entre los alrededor de 50.000 exiliados a América se contaban:







“2 premios Nobel; 891 funcionarios públicos (dedicados a la industria, la técnica, la enseñanza, seguros, Banca, etc.); 501 maestros de Primaria; 462 profesores de Universidad, Liceos, Institutos, Normales y Escuelas Especiales; 434 abogados, magistrados, jueces, notarios, etc…; 375 médicos, farmacéuticos y veterinarios; 361 técnicos y peritos en sus diversas especialidades: agrícolas, textiles, electrónicas, marítimas, papel, petróleo, construcción, etc…; 284 militares y profesionales de todas las armas (dedicados en América a la industria, la técnica, la enseñanza, seguros, etc...); 214 ingenieros en sus diversos grupos; 208 catedráticos; 146 ejecutivos bancarios, de finanzas, economistas, administradores, etc…; 109 escritores y periodistas; 28 arquitectos. Dentro del conjunto de la emigración, se calcula en cinco mil el número de intelectuales que salieron, entendiendo por tales todos aquellos que tuvieran una cierta notoriedad en profesiones liberales, artísticas, literarias o docentes”.







¿Se puede imaginar lo que esa sangría significó para la educación, la cultura, la ciencia y la industria española? ¿Cómo se valora lo que esa avalancha aportó en sus respectivas disciplinas a los países que los acogieron? 







“En determinados momentos, la Universidad Nacional Autónoma de México tuvo un 60 por 100 de profesores españoles o de origen español. Y en una Feria del Libro celebrada en la ciudad de México en 1960, los exiliados españoles participaron con una sección propia; según el catálogo que se repartía en dicha sección, existía una representación de 970 autores con 2.034 obras. Ello constituía la presencia física española en aquella Feria del Libro, pero además se daba cuenta de un fichero con 12.000 folletos, ensayos, artículos y traducciones de los que eran autores españoles residentes en América”.









De 1939 a 1942, entre veinte y treinta mil republicanos españoles llegaron a México en barcos que se llamaban Ipanema, Mexique, Nyasa, Flandra o Champlain, fletados para la ocasión por las organizaciones españolas de ayuda a los exiliados y la colaboración del gobierno mexicano.