24 de enero de 2021

Kati Horna, Escenas en un centro de acogida en Vélez-Rubio, 1937


 Kati Horna, Escenas en un centro de acogida en Vélez-Rubio, 1937

La foto muestra una madres amamantando a su bebé. El encuadre frontal y ligeramente picado enfoca a la mujer en primer plano, mientras que desenfoca los referentes del fondo que son otra madre amantando y dos niñas. A la derecha se ve una niña de espaldas respecto a la fotógrafa que parece no hacerle caso. Se sabe que el encuadre participa de la simbolización sensorial-afectiva-motriz, es decir "que todo sujeto, conmovido al presenciar un espectáculo, se enfrenta con el problema de introyectar en su Yo las experiencias nuevas" (Tisseron 2000: 25). El tipo de encuadre que Horna elige, tiene que ver precisamente con este aspecto. Se pueden mencionar como ejemplo las tomas sobre Teruel en las que la distancia entre fotógrafa y referente era evidente y se expresaba mediante un encuadre frontal alejado. Otras veces, como en las fotos sobre los bombardeos de Barcelona, la visión tradicional podía ser alterada por un encuadre oblicuo que obliga al espectador a un esfuerzo visual. Por lo tanto, es a partir del encuadre que se reciben las primeras informaciones acerca del acto fotográfico y su fenomenología.