10 de diciembre de 2015

Isabel Ceballos Tello, de Órgiva

Isabel Ceballos Tello de 22 años de edad (en el año 1939), hija de José María y de Carmen, natural de Órgiva (Granada), soltera y profesión sus labores, con domicilio en Almería, calle de Muley nº 19. El día 2 de febrero de 1940 se decreta prisión preventiva. Siendo procesada y ratificada la prisión el 19 de julio de 1940 (pág.24), quedando en libertad provisional el 30 de marzo de 1940 (pág.73). El Ministerio Fiscal solicita se imponga la pena de 12 años y 1 día de reclusión temporal, proponiendo la conmutación de dicha pena por la de 6 años y 1 día de prisión mayor (pág.80), quedando como sentencia firme y ejecutoria el 5 de diciembre de 1942 (pág.81). (No hay constancia de la finalización de la condena).



Nº CAUSA

10.565/40 Ceballos Tello Isabel    - 02/02/1940 - Juez: González Cidrón




ATESTADO: En Almería y en su Comisaría de Investigación y Vigilancia, siendo las 18 horas del día  12 de julio de 1939 ante el agente encargado de los Servicios de la Brigada Social, don Arsenio Juárez Molina y Don Juan José Pérez Sinís, como secretario habilitado para la práctica de estas diligencias, comparecen Josefa Morales Gallurt, su hermana Matilde y Dolores Muñoz Navarro, manifiestan:

"Que conocían de vista a una tal ISABEL CEBALLOS TELLO… cierto día de del mes de agosto de mil novecientos treinta y ocho, y con ocasión de pasar la mencionada ISABEL CEBALLOS por la calle donde viven las comparecientes, al ver a la referida MATILDE, se detuvo a saludarle, encontrándose esta última en la puerta de su casa y las expresadas JOSEFA Y DOLORES en una ventana baja de la casa asomadas; que después de saludarse la referida MATILDE que ya por referencias sabía que la CEBALLOS había estado en Zona Nacional y se había pasado a zona roja, le preguntó a esta última que le contase que es lo que había hecho para venirse a Almería, a lo que contestó la ISABEL CEBALLOS en los siguientes términos: " La causa por la cual me he venido de Granada donde estaba, es porque las fuerzas de Franco y autoridades de Granada me perseguían para detenerme como ya habían hecho con muchísimas personas, a la vez que temía fuese ejecutada como otros elementos de la juventud de su pueblo; para realizar la huida de Granada hizo valiéndose de un salvoconducto que sacó para Órgiva a donde marchó y después a los frentes de esta población en unión de su madre y un hermano suyo; que una vez en el frente la CEBALLOS se puso al habla con las fuerzas Nacionales a quien le preguntó por la forma de pasarse los referidos y lugar por donde lo hacían de la zona roja; que después de captarse las simpatías de algunos de los soldados, estos le dijeron en la forma que lo efectuaban, y que aquella misma noche la expresada CEBALLOS con su madre y hermano lograron la evasión después de múltiples trabajos consiguiendo llegar a las avanzadillas rojas y de allí trasladarse a un pueblo en poder de los rojos (cuyo nombre no recuerda la denunciante); que ya en el pueblo los fugitivos recabaron de los milicianos el que les pusieran al corriente en el manejo de las armas y pasado unos días se trasladaron a Motril todavía en poder de las

hordas rojas y más tarde a Almería donde fijaron su residencia en la calle de Muley número diecinueve; que ya en esta capital la destinaron para ejercer el Control de las cestas y encargos que los familiares de los detenidos enviaban al Ingenio habilitado como prisión; que uno de los días ya un poco tarde llegó al Ingenio una cesta destinada a uno de los detenidos como le pareciese a la CEBALLOS que había llegado después de la hora reglamentaria, ésta dijo: "Pues lo que es este se queda hoy sin comer" y acto seguido se lo puso en conocimiento lo que sucedía a un miliciano que prestaba sus servicios en la mencionada prisión, y seguidamente los dos se comieron la comida de la

cesta; que cuando lo estaba realizando, al cortar el pan salió una nota que seguramente lo familiares del detenido le enviaban a éste donde le informaban de que las fuerzas Nacionales avanzaban sobre Madrid, por lo que la ISABEL CEBALLOS comentaba con bastante alarde y emocionada manifestó:

"Y seguidamente denuncio el hecho presentando la nota a las autoridades de la prisión, por lo que la pérdida de momento aquella noche se le dio el paseo a aquel fascista. Que no tienen más que decir"…

(pág.2).



600 Mujeres. La represión franquista de la mujer almeriense (1939-45)

Eusebio Rodríguez Padilla y Juan Hidalgo Cámara • Edición digital del Instituto de Estudios Almerienses