18 de julio de 2011

ALOMARTES “EL OLVIDADO DE ILLORA”

Alomartes, la mayor pedania de Illora, siente que es la hermana menor del municipio y así lo reivindica desde hace mas de 123 años. Según el Diario La Monarquía (Madrid) del día 24 de Noviembre de 1887 y el Diario La República del día 29 de Noviembre del mismo año.

Como se puede ver por los periódicos citados no se trata de un problema de “partidos políticos”, uno es monárquico y el otro republicano.
El servicio de correos según los Monárquicos. Ya no se trata solo ni de las cartas que se extravían, ni de los valores que se sustraen; hoy hemos de ocuparnos del incalificable abandono en que se tiene la correspondencia pública; abandono que el Sr. Mansí (Director General de Correos) ve con la más completa indiferencia.
Suponemos que en el caso de que vamos á ocuparnos, no se nos bjetará que el director no es responsable
de las gravísimas faltas que cometen sus subordinados, pues que aquí la falta es exclusivamente suya.
En Alomartes, pueblo de la provincia de Granada, se carece de peatón oicial que conduzca la correspondencia y periódicos desde la estación férrea más próxima, distante dos kilómetros de dicho pueblo, que es la de Illora.
Pero en cambio hay un alguacil muy complaciente. Mediante un estipendio corto se dirige á la próxima estación, recoje la correspondencia de Alomartes, y la conduce al pueblo, cuando tiene tiempo, ó cuando le parece oportuno.
Resulta, pues, que la correspondencia pública se recibe en Alomartes con cinco ó seis días de retraso. ¿Hasta cuándo ha de durar tan calamitoso estado en el ramo de correos?
Pero hablar de corregir estos abusos, es hablar de la mar. Pues pasemos ahora á otro asunto, desde Dalias (Almería) á Granada ha tardado cuatro días una carta, pero al final llegó á su destino. Lo que no llegó fué un billete de 25 pesetas que aquella contenía, según lo manifestado á un periódico de Granada por el interesado. Luego nos extrañaremos de los anuncios que se fijan en las administraciones de correos extranjeras.

El servicio de correos según los Republicanos.

Sr. Mansi: Oiga usted lo que sucede en Alomartes. Siendo un pueblo de 500 vecinos, carece de peatón oficial. Pero en cambio hay en Illora un alguacil muy complaciente.
Mediante una corta retribución se dirige á la próxima estación férrea, recoje la correspondencia de Alomartes, y la conduce al pueblo, cuando tiene tiempo, ó cuando le parece oportuno.
Resulta, pues, que la correspondencia pública se recibe en Alomartes con cinco ó seis días de retraso. Hay un suscriptor que recibe los periódicos con nueve fechas de retraso. Un vecino puso el día 18 dos cartas en el buzón del correo de aquella población.
Una de las cartas contenía sellos de franqueo con destino al pago de suscripción de un periódico, y la otra una letra de cambio á favor de una persona de Barcelona, que nunca llegaron a su destino. Eso parece increíble. Alomartes solo dista dé la estación férrea más próxima, tres kilómetros. El retraso estriba en la falta de peatón oficial.
¿Quiere decirnos el Sr. Mansi, cuándo vá á terminar por culpa suya este calamitoso estado de cosas en España?