En su nacimiento porque el Medico que
ayudo al parto de Federico había nacido en Íllora, este dato se lo debo a mi
buen amigo, nacido en Tocón, Miguel Ángel Espejo, otro amante de su tierra,
historiador y abogado.
En su infancia, estuvo vinculado a Alomartes:
Un gran amigo y “compadre” de Federico García Rodríguez, el padre de
Federico García Lorca llamado Salvador
Cobos Rueda fue natural de Alomartes.
Fuente Vaqueros, en Granada, cuna de Federico García Lorca,
nacido el día 5 de Junio de 1898. Allí paso la infancia. Andalucía, por
tanto, ejerció una fuerte influencia sobre su obra. La belleza del
escenario natural, los olivares, la arquitectura, los accidentes geográficos,
los gitanos, la música, el habla, el ambiente familiar, el espíritu
andaluz, todo está reflejado en sus libros. Como dice Ian Gibson, el
mayor biógrafo de Lorca: “Los años de infancia de García Lorca en Fuente
Vaqueros permanecerán siempre dentro de él como un presente
constante, al abrigo de la acción del tiempo”.
En su libro de juventud escrito en 1916 “Mi pueblo”, relata
una serie de acontecimientos con personajes locales. Una de las experiencias
más emocionantes, narradas con mucha emoción, fue la muerte, el
velatorio y entierro de Salvador
Cobos Rueda, “el compadre pastor”. La presencia de la muerte
desempeñará un papel importante en la obra lorquiana.
Su infancia y sus estudios:
De su
niñez recordará la influencia que en él y en su obra posterior tuvieron
las “criadas” de su casa (especialmente, Dolores la Colorina, que fue después
con ellos a Granada), de las que aprendió romances y canciones… Siendo niño pudo escuchar en su casa todas
las formas del canto y del folclore
andaluz: seguidillas, peteneras, soleares, granadinas… Miles de veces, acompañándose al piano, las
cantará, a lo largo de su vida, para sus amigos, en distintas reuniones.
Una
enfermedad en la boca (parece que un “flemón”) un tanto exagerada por Lorca (me
puse a las puertas de la muerte) es la causa de que sus padres le lleven a
continuar el Bachillerato a GRANADA en la primavera de 1909. En el verano de
este año, toda la familia se traslada a vivir a Granada (donde han alquilado
una vivienda).
Su juventud y su
contacto con Íllora
De
las criadas que tuvo en Granada, según
el Censo de Población de 1923, cuando
Federico tenia 25 años, dos de ellas eran nacidas en Íllora: Petra Soriano
Ramos de 22 años de edad y su hermana Amor Soriano Ramos de 19 años de edad,
que fueron a trabajar en el domicilio familiar de la calle Acera del Casino,
numero 35, 2ª planta. En ese
domicilio llevaba la familia de Federico García Rodríguez quince años viviendo
junto a su esposa Vicenta Lorca y sus hijos Federico, Francisco, Concepción e
Isabel. Petra llevaba 5 años en el domicilio y Amor 3 años.
Su detención y muerte, también con
Íllora
Según el
Archivo Histórico Municipal de Granada, en el padrón de 1930, distrito 6°,
Sección 23, consta que Vivian en el Callejón de Gracia, 7, Huerta de San
Vicente, la familia de Federico García Lorca y aparecen censados como
sirvientes las personas siguientes:
Isabel Ruiz Ibáñez, de sesenta y siete años, viuda, natural de Íllora. Que vivía con tres de sus seis hijos, Gabriel Perea Ruiz, de cuarenta y cuatro años, soltero, natural de Íllora, de profesión del campo. Ana Perea Ruiz, de treinta y cuatro años, soltera, natural de Íllora, de profesión su casa, y Carmen Perea Ruiz, veintiséis años, soltera, natural de Pinos Puente, de profesión su casa. Según declaran al Censo, todos llevan seis años viviendo en Granada.
El 9 de agosto de 1936, intentando esconderse, había
llegado a la Huerta de San Vicente Alfredo Rodríguez Orgaz, joven arquitecto
madrileño que estuvo en Granada en el tiempo de la República prestando sus
servicios en el Ayuntamiento.
Al estallar el Alzamiento, él, que era radical
socialista, estuvo escondido algunos días, absolutamente incomunicado,
Rodríguez Orgaz se dirigió hacia la
Huerta de San Vicente donde los García Lorca le dieron refugio. A los pocos
minutos de su llegada, y ante la alarmante presencia de un grupo de milicianos
que se acercaban a la casa, García Lorca le dijo a su amigo: «Escápate, que
vienen por ti».
Sin embargo, las pesquisas de un segundo grupo que
llegó esa misma tarde, pues el primero ni siquiera entró en la Huerta, no iban
dirigidas ni a Rodríguez Orgaz ni a Federico García Lorca. Buscaban al
encargado de la finca, el casero Gabriel
Perea Ruiz, que vivía allí con sus
hermanas y su madre.
El pretexto de esta búsqueda era conocer el paradero
de los hermanos de Gabriel, que se llamaban Antonio, Andrés y José Perea Ruiz,
acusados de haber dado muerte a José y Daniel Linares, en Asquerosa,
actualmente Valderrubio, que eran cuñados del que fuera Alcalde de los
sublevados en Pinos Puente, Enrique García Puertas.
La escena comenzó a teñirse de violencia, y Federico,
venciendo su comprensible temor a delatar su presencia, se atrevió a
intervenir, recibiendo también los malos tratos de los milicianos. Una patrulla
pasó cerca de la Casa y, al observar la alteración del orden, un sargento de la
Guardia Civil que la mandaba interrogó a Gabriel Perea y ordenó que le trasladasen
a la comisaría, donde fue puesto en libertad.
Este hecho, queda
reflejado en el Diario IDEAL, del lunes 10 de agosto de 1936.
Detenido por supuesta Ocultación.
Por sospecharse pudiera ocultar el paradero de sus
hermanos José, Andrés y Antonio, acusados de haber dado muerte a José y Daniel
Linares, hecho ocurrido en un pueblo de la provincia el día 20 del pasado, un
Sargento de la Benemérita retirado, detuvo ayer a Gabriel Perea Ruiz, en su
domicilio, Callejones de Gracia, huerta de don Federico García. Después de
interrogado, fue puesto en libertad.
Dos personas han certificaron estos datos con sus
declaraciones: Isabel Roldán García y Angelina Cordobilla. La segunda fue
testigo presencial de los hechos, y a Isabel Roldán le fueron narrados por la
familia pocas horas después.
Angelina habló de los malos tratos recibidos por
Federico durante ese registro, tratando de evitar los que la Escuadra Negra
estaba infringiendo a Gabriel Perea
hecho que después desencadenaría una serie de acontecimientos decisivos para la
vida del poeta.
También Manuel Fernández Montesinos, hijo de Manuel
Fernández Montesinos Lustau y de Concha García Lorca, entonces de cuatro años
de edad, recuerda que ese día su siesta fue interrumpida por ruido de coches,
hecho poco habitual en aquel tiempo. Al
asomarse a la ventana, pudo observar cómo maltrataban a Gabriel Perea y luego «la emprendieron a empujones con mi abuelo y
otro hombre, al que incluso llegaron a derribar al suelo y que no podía ser
otro más que mi tío Federico. Después,
cuando ya se iban, uno de los que había con uniforme le dijo a mí
abuelo: ¡Qué, don Federico!, ¿no nos echa usted un vaso de vino? Y mi abuelo le
cerró la puerta en las narices».
LA ACUSACIÓN
La intrusión en la Huerta de San Vicente, estaba refrendada
por una requisitoria de la Comandancia Militar de Granada, que bajo la
acusación de asesinato, homicidio, allanamiento de morada, robo y tenencia
ilícita de armas, debían ser detenidos varias personas de Pinos Puente y
Asquerosa, entre ellos estaba acusado José
Perea Ruiz, aunque no aparecen en la requisitoria sus hermanos Antonio ni
Andrés también se les busco por estos hechos ya que era conocida su filiación
izquierdista, hecho mas que sobrado para darle un “escarmiento” a toda la
familia de Íllora.
1 comments:
Dios que deleite poder leer esto¡¡mil gracias¡¡
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